El presidente estadounidense, Donald Trump, vetó este martes una resolución aprobada por el Congreso para que Estados Unidos retirara el apoyo militar que brinda a Arabia Saudí en la guerra del Yemen.
"Esta resolución es un intento peligroso e innecesario de debilitar mis autoridades constitucionales, poniendo en peligro las vidas de ciudadanos estadounidenses y de valientes militares, tanto hoy como en el futuro", dijo Trump al vetar la medida.
"La resolución -explicó Trump- es innecesaria porque, más allá de las operaciones antiterroristas contra Al Qaeda en la Península Arábiga y el Estado Islámico, EE.UU. no participa de las hostilidades en el Yemen".
El presidente enfatizó que no hay militares estadounidenses "comandando, participando o acompañando" a las fuerzas de la coalición saudí que combaten a los rebeldes hutíes en el Yemen.
Es la segunda vez que Trump veta una medida del Congreso en sus más de dos años en la Casa Blanca después de que el mes pasado ya vetase la resolución del Legislativo contra la emergencia nacional que declaró para construir el muro fronterizo con México.
En el caso de la resolución sobre el Yemen, la Cámara Baja aprobó la medida a principios de mes por 245 votos a favor contra 175, mientras que el Senado hizo la propio semanas antes por 54 votos afirmativos y 46 negativos.
En ambos casos, las votaciones serían insuficientes para revertir el veto de Trump, que requeriría de márgenes de dos tercios.
La resolución del Legislativo requería a Trump que pusiese fin a la implicación militar de Estados Unidos en el Yemen con la excepción de las operaciones antiterroristas contra Al Qaeda.
La medida logró el apoyo de la mayoría de los legisladores tras el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul.
Khashoggi fue asesinado por agentes saudíes llegados desde Riad, algunos cercanos al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, lo que generó un gran rechazo internacional.
Trump, sin embargo, ha defendido a Arabia Saudí como un gran aliado en la región y se ha opuesto a que el asesinato de Khashoggi cambie las relaciones entre ambos países.
La coalición árabe apoyada por EE.UU., que ha admitido ataques en los que han muerto decenas de civiles, entró en el conflicto de Yemen en marzo de 2015, momento en el que se recrudeció la guerra que ha causado la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU.