Cámara de Representantes aprobó acuerdo y EE.UU. evitó el "abismo fiscal"
Barack Obama aseguró que constituye "sólo un paso" en el trabajo por fortalecer la economía.
La medida fue aprobada sin cambios por 257 votos a favor y 167 en contra
Barack Obama aseguró que constituye "sólo un paso" en el trabajo por fortalecer la economía.
La medida fue aprobada sin cambios por 257 votos a favor y 167 en contra
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el acuerdo que evita el denominado "abismo fiscal" por 257 votos a favor de la medida.
Los legisladores aprobaron sin cambios, por 257 votos a favor y 167 en contra, el proyecto remitido por el Senado, que mantiene las rebajas fiscales para la mayoría de los estadounidenses y aplaza por dos meses los drásticos recortes automáticos del gasto público acordados en 2011.
El presidente Barack Obama aseguró que constituye "sólo un paso" dentro de un esfuerzo más amplio de fortalecimiento de la economía y reconoció que el déficit del país "es demasiado alto" y se declaró "completamente abierto" a un compromiso para reducirlo de forma "equilibrada".
El temido "abismo fiscal"
Según la institucionalidad estadounidense, este martes y miércoles comenzaría a actuar de manera automática una importante alza de impuestos y una rebaja en los gastos federales cercana a los 6.000 millones de dólares, lo que generará una caída de 4,5 por ciento del Producto Interno Bruto.
Ante dicha situación el gobierno de Barack Obama llegó a acuerdos con los parlamentarios opositores para evitar así el tan temido "abismo fiscal", que afectaría no sólo la economía de Estados Unidos sino que también a los mercados internacionales.
Primera alza de impuestos bipartidista en 20 años
Entre otras medidas, la legislación aprobada hoy, que entrará en vigor en cuanto la firme el presidente Barack Obama, convierte en permanente el nivel actual de los tipos impositivos para un 98 por ciento de las familias y un 97 por ciento de los pequeños negocios.
Eleva, por el contrario, el impuesto para las parejas con rentas anuales superiores a los 450.000 dólares, que volverán a contribuir con un tipo del 39,6 por ciento como hace dos décadas, en lugar del 35 por ciento actual.
Se trata de la primera subida de impuestos aprobada en EE.UU. con apoyo bipartidista en 20 años.