Conozca el caso de la millonaria estafa que remece Estados Unidos
Directivos del banco de inversiones Goldman Sachs ya comparecieron ante el Senado.
Con este escándalo, Obama, insistió que es urgente impulsar la reforma financiera.
Directivos del banco de inversiones Goldman Sachs ya comparecieron ante el Senado.
Con este escándalo, Obama, insistió que es urgente impulsar la reforma financiera.
El subdirector y tres altos ejecutivos del banco de inversiones Goldman Sachs comparecieron ante un comité del Senado estadounidense en el marco de la investigación del Congreso sobre la crisis financiera.
El testimonio ha adquirido especial relevancia porque el 16 de abril la Comisión de Valores y Cambio (SEC, por sus siglas en inglés), el órgano regulador financiero de EE.UU., acusó a Goldman Sachs de fraude por su participación en una operación que reportó pérdidas por mil millones de dólares para sus clientes.
Un negocio perfecto
En 2007 la entidad creó un complejo instrumento financiero conocido como Abacus.
Se trataba de una cartera de deuda hipotecaria vendida a bancos extranjeros, fondos de pensiones, compañías de seguros y fondos de alto riesgo (o hedge funds) con el asesoramiento de Goldman Sachs.
Por estos servicios la compañía cobró suculentas comisiones sin decir que también estaba asesorando a John Paulson, el dueño de otro fondo de alto riesgo, en las apuestas especulativas que este financista hacía contra esa misma cartera de deuda hipotecaria.
En resumen, Goldman Sachs aconsejaba comprar y vender el mismo producto, resaltando o minimizando ventajas y riesgos de acuerdo con quien fuera su interlocutor.
Según la SEC, el mismo Paulson había ayudado a crear el instrumento financiero que el banco vendió y contra el que Paulson apostaría obteniendo extraordinarias ganancias.
Repercusiones políticas
La demanda de la SEC se basa en que Goldman Sachs no les informó a sus clientes que John Paulson lo había ayudado a crear ese tipo de instrumento financiero contra el cual el financista apostaría lucrativamente.
Desde el punto de vista legal, habrá que ver si tiene suficientes pruebas para ganar el caso.
Pero para Goldman Sachs, el impacto va más allá de lo legal. En los mercados sus acciones registraron una caída del 12 por ciento desde la denuncia de la SEC. Y es que el banco vive de los inversores. Si estos no confían en la transparencia y honestidad de su asesoramiento, pierden su principal activo.
En términos políticos, este escándalo parece venirle como anillo al dedo a la reforma financiera impulsada por el presidente Barack Obama y empantanada en el Senado.
Obama ha insistido que es urgente aprobar una reforma: los detalles del caso Goldman Sachs en las pantallas de los hogares estadounidenses pueden ser un arma ideal para avanzar en el tema.