Cincuenta estudiantes extranjeros que viajaron a Estados Unidos para estudiar durante el curso 2010-2011 denunciaron haber sido acosados sexualmente o víctimas de abuso por parte de sus familias de acogida, informó el Departamento de Estado.
Las denuncias de este tipo, que se acumulan desde 2009, han puesto en tela de juicio un programa de intercambio del que se han beneficiado, entre otros, los presidentes de México, Felipe Calderón, y el mandatario de Francia, Nicolas Sarkozy.
Alrededor de 29.000 estudiantes viajaron a Estados Unidos el curso pasado para participar en el programa con un visado J-1, según las cifras proporcionadas por el Departamento de Estado a la cadena NBC News como parte de una investigación del canal sobre el programa.
El Programa de Intercambio de Visitantes fue creado por el Departamento de Estado en 1949 y desde entonces ha servido de base para "una de las más sólidas asociaciones de alumnos" del país, según explicó a la cadena la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
De él han salido 350 jefes de estado del mundo, entre ellos Calderón, Sarkozy o el presidente turco, Abdula Gul, añadió.
La reputación del programa se empañó en 2009, cuando un informe de la Oficina del Inspector General de EE.UU. concluyó que la falta de mecanismos de supervisión del programa habían conducido a un aumento de denuncias de acoso sexual, que se perdían en los archivos de las organizaciones que coordinan el programa a nivel local.
Desde entonces se ha creado una oficina con más de 60 personas destinadas a la supervisión del programa y se han impuesto filtros más estrictos a las familias de acogida, como el requisito de enviar fotografías del hogar y proporcionar referencias externas.
Además, el Departamento de Estado revisa el posible historial criminal de las familias antes de que entren en el programa, y ha creado una línea telefónica de ayuda a la que los estudiantes o las familias pueden llamar si detectan algún problema, y que conduce a la marcha inmediata del alumno del hogar de acogida.
El Gobierno llegó a recurrir a un programa piloto en el que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) investigaba a los padres de acogida mediante sus huellas dactilares, pero ese programa ya ha expirado y requiere de legislación para continuar, explicó Nuland.
La investigación de NBC News, de seis meses de duración, encontró un total de 66 casos de acoso sexual entre alumnos del programa, de los que nueve no estaban relacionados con la familia de acogida, sino con un compañero de clase, amigo o vecino.