El ministro de Defensa de Japón, Itsunori Onodera, exigió a Washington una investigación que aclare las causas del accidente que sufrió este lunes un helicóptero militar estadounidense en la prefectura de Okinawa y en el que resultó con un muerto y tres heridos, informó la agencia Kyodo.
Fuentes militares estadounidenses anunciaron después que se realizará un estudio meticuloso del choque y que prometen compartir todos los hallazgos con las autoridades niponas para evitar otro suceso similar.
El propio Ministerio de Defensa japonés confirmó que el accidente tuvo lugar en Camp Hansen, una base del Cuerpo de Marines en la isla principal de la prefectura, y que tres de los cuatro tripulantes del helicóptero salieron ilesos, aunque dijo desconocer el estado del único militar herido.
Mientras que Estados Unidos decidió este martes suspender, por petición expresa de Japón, los vuelos militares en territorio nipón con sus helicópteros HH-60 después del accidente.
"Es importante que la seguridad de la gente sea lo primero. Queremos pedir a EEUU su máximo compromiso con la seguridad", afirmó hoy el primer ministro nipón, Shinzo Abe, tras instar a su aliado a paralizar la actividad de estos aparatos, detalló la agencia Kyodo.
El helicóptero, una unidad de rescate HH-60, se estrelló en el recinto poco antes de las 16:45 hora local (03:45 hora de Chile) por lo que minutos después, la Policía local de Kin, municipio donde se encuentra enmarcada la base, comenzó a recibir llamadas que alertaban de una gran humareda en Camp Hansen.
Algunos medios comenzaron entonces a especular sobre la posibilidad de que la aeronave accidentada fuera un avión de rotor basculante Osprey, cuyo despliegue en Okinawa ha desatado una ola de críticas en la población local debido a su historial de accidentes.
La presencia de EE.UU. en Okinawa, cuyas islas acogen a la mitad de los 48.000 soldados que mantiene en Japón, despierta el rechazo de buena parte de los residentes de la prefectura.
Esto se debe a la enorme extensión de terreno que ocupan las tropas, al ruido de las aeronaves, al peligro de accidentes por la escasa distancia entre las bases y las viviendas circundantes o a los delitos que a veces comete el personal militar.