El concejo municipal de Mineápolis (EEUU) anunció este domingo que desmantelará el Departamento de Policía a raíz de las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de agentes de ese cuerpo.
En una manifestación en un céntrico parque de la ciudad, nueve de los 12 concejales de la corporación, cuya mayoría es a prueba de veto, se comprometieron a suspender la financiación del Departamento de Policía y establecer un modelo de seguridad pública basado en la comunidad, según informaron los medios locales.
La emisora local de la cadena de televisión Fox informó que los concejales han decidido dar este paso tras darse cuenta del fracaso de la reforma estructural de la policía que habían acometido.
"Está claro que nuestro sistema de vigilancia no está manteniendo a nuestras comunidades seguras", dijo la presidenta del concejo municipal, Lisa Bender, según informó Fox9.
El concejo dijo en un comunicado que tomará "medidas intermedias para acabar con el Departamento de Policía de Mineápolis a través del proceso presupuestario y otras decisiones presupuestarias y políticas en las próximas semanas y meses".
Plantean un departamento integral orientado a la prevención
En declaraciones al Minneapolis Star Tribune, Bender dijo que tienen intención de reemplazar un departamento de policía tradicional con uno de seguridad pública más amplio e integral orientado a la prevención de la violencia y servir a la comunidad.
En ese nuevo concepto de departamento de seguridad pública estarían también integrados trabajadores sociales o médicos, para responder con un enfoque diferente a situaciones que hasta ahora quedaban en manos de policía, dijo Bender.
El alcalde de Mineápolis, el demócrata Jacob Frey, se ha mostrado contrario con desmantelar el Departamento de Policía y se ha opuesto a que se suspenda la financiación de ese cuerpo.
Desde que el 25 de mayo Floyd murió después de que un agente de policía estuvo con la rodilla sobre su cuello durante casi nueve minutos, Estados Unidos ha registrado una ola de protestas contra la violencia policial que han alcanzado a 650 ciudades en los 50 estados del país.