Las minorías religiosas en EE.UU. aplaudieron que el Departamento de Defensa permita a partir de ahora que los militares vistan de acuerdo a su fe, es decir, que puedan lucir por ejemplo turbante o barba, siempre que esto no les impida desarrollar sus tareas o estar protegidos de manera adecuada.
"Acogemos de buen grado esta importante decisión que amplía los derechos religiosos del personal militar de EE.UU. Esperamos que esta nueva medida permita que estos oficiales puedan practicar su fe mientras sirven a la nación", dijo en un comunicado Ibrahim Hooper, portavoz del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses.
Hooper añadió que "esperamos que estas nuevas reglas reduzcan los incidentes que sufren los oficiales musulmanes al ser acosados por sus superiores por llevar barba o turbante".
El Pentágono, que anunció esta regulación histórica el miércoles, decidirá caso por caso si autoriza el uso de elementos religiosos, aunque en principio sólo podrá denegar su utilización si estos impiden el uso adecuado del equipamiento militar o interfieren en la ejecución de una misión.
Para Hooper, este cambio en las normas del Pentágono "no es una revolución pero sí una evolución", ya que "envía el mensaje de que las Fuerzas Armadas son respetuosas con las creencias minoritarias".
En el mismo sentido, aunque con un tono algo más crítico, se expresaron los grupos que pertenecen al sijismo, una religión india que es la novena del mundo en número de creyentes.
El Fondo Educativo y de Defensa Legal del sijismo en EE.UU. consideró que las nuevas reglas son un "trampolín" para el éxito de las reclamaciones que durante años han hecho los sijistas y los musulmanes para que el Pentágono permita a su personal vestir de acuerdo a su fe.
No obstante, este grupo dijo estar decepcionado por que los casos se resuelvan de manera individual y las normas no se apliquen en general para todos los militares.