El candidato del presidente electo Donald Trump para dirigir la CIA, Mike Pompeo, contradijo este jueves a su futuro jefe al subrayar a Rusia como una de las "principales amenazas" para EE.UU. y rechazar frontalmente el uso de métodos de tortura durante los interrogatorios de la agencia de inteligencia.
El congresista republicano hizo estas declaraciones en su primera audiencia de confirmación en el Comité de Inteligencia del Senado, y en medio de la polémica de los informes de inteligencia sobre los ciberataques de Rusia durante la campaña electoral estadounidense para favorecer al candidato republicano Trump.
El nominado para dirigir la CIA se salió del guión marcado por el presidente electo al calificar a Rusia como una de las "principales amenazas" a EE.UU. y un "sofisticado adversario" en el ámbito de la ciberseguridad.
"Rusia se ha reafirmado de forma agresiva, invadiendo y ocupando Ucrania, intimidando a Europa y haciendo prácticamente nada para ayudar en la destrucción del Estado Islámico", afirmó Pompeo.
En este sentido, agregó que "no hay duda de que el presidente ruso, Vladímir Putin, está tratando de sembrar dudas entre la comunidad política estadounidense" y consideró el informe de la inteligencia estadounidense como "sólido".
"Esto fue una acción agresiva emprendida por el alto escalafón dentro de Rusia", remarcó ante los senadores.
Bajo su dirección, uno de los objetivos básicos de la CIA será "ofrecer análisis precisos, oportunos, robustos y claros de las actividades de Rusia".
Precisamente en esta jornada, Trump anunció que una vez llegue a la Casa Blanca, el 20 de enero, creará un equipo para que en 90 días le presente un plan que pueda combatir el pirateo cibernético de Rusia, China y otros países y particulares.
Las contundentes frases de Pompeo contrastan con lo sostenido hasta ahora por Trump, quien ha eludido apuntar a Rusia como un rival en política exterior.
Trump anunció que creará un equipo para investigar el hackeo (Foto: EFE)
Técnicas de interrogación
También mostró su rotundo rechazo a las "práctica de interrogación reforzadas", como la de "ahogamiento simulado", consistente en verter agua sobre el rostro cubierto con una tela para provocar la sensación de asfixia al interrogado.
"Absolutamente no", remarcó el congresista, ante las preguntas de los senadores durante su audiencia acerca de si emplearía técnicas como la de "ahogamiento simulado".
Esa polémica técnica, utilizada por el Gobierno de George W. Bush para extraer información a los sospechosos detenidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EE.UU., fue prohibida por el presidente Barack Obama poco después de su llegada al poder en 2009.
Sin embargo, Trump defendió su efectividad durante la campaña electoral para extraer información de inteligencia.
EE.UU. no debería "trabajar con leyes" en esos temas cuando los terroristas no lo hacen, dijo el presidente electo, quien se mostró abierto a permitir su uso de nuevo.
En este contexto, Pompeo, de 53 años y congresista por Kansas, tendrá la compleja tarea de suavizar las suspicacias entre Trump y las agencias de espionaje, a las que el presidente electo estadounidense ha criticado en reiteradas ocasiones.
Nominados se desmarcan de Trump
Así como el nominado a la CIA, y en una semana de audiencias maratonianas, los principales designados por Trump para Defensa y Exteriores han ofrecido ante el Senado que debe confirmarles una visión distinta y menos complaciente sobre la postura del futuro Gobierno con Rusia.
Es el caso del nominado a secretario de Defensa, el general retirado James "Perro Loco" Mattis, quien afirmó que Putin quiere "romper la Alianza Atlántica" de la OTAN, o el designado para dirigir la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, quien sostuvo que Moscú presenta un peligro para Washington.
A este cambio de tendencia, se sumó el propio Trump al remarcar, en su primera rueda de prensa como mandatario electo, que "hackear' es malo, no tendría que haber ocurrido".
El magnate añadió que creía ahora "que fue Rusia", en su primer reconocimiento de la responsabilidad de Moscú en los ciberataques que afectaron principalmente al Partido Demócrata de su rival Hillary Clinton en los comicios.