El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, insistió este viernes que no renunciará a su cargo pese a las acusaciones de acoso sexual de seis mujeres, que negó rotundamente, y describió a los numerosos políticos que han pedido su renuncia como "insensatos y peligrosos".
"No he hecho lo que se ha alegado, y punto", dijo Cuomo en una rueda de prensa telefónica, en la que destacó la posibilidad de que las acusaciones se deban a algún tipo de motivación oculta.
"Como antiguo Fiscal General y alguien que ha pasado por esta situación muchas veces, a menudo hay muchos motivos para presentar alegaciones", apuntó el gobernador.
Además, reiteró que él no ha sido elegido por los políticos, sino por el pueblo, por lo que las peticiones de dimisión lanzadas por decenas de legisladores, muchos de ellos de su propio partido, no le harán cambiar de opinión.
"Parte de esto es que no soy parte del club político. ¿Y sabes qué? Estoy orgulloso de ello", dijo Cuomo, que lleva más de una década en el cargo y que es hijo de Mario Cuomo, que también fue gobernador de Nueva York durante tres mandatos.
"Le he hecho una promesa al pueblo de este estado. Tengo un trabajo que hacer. Lo he estado haciendo durante 11 años", subrayó.
NO SE PUEDE TOMAR UNA DECISIÓN HASTA QUE NO SE TENGAN LOS HECHOS
El regidor destacó asimismo que no se puede tomar una decisión hasta que no se tengan los hechos, y que por ello hay que esperar a que finalicen las investigaciones que están llevando a cabo tanto la Fiscalía General de Nueva York como un comité judicial de la Asamblea Legislativa estatal.
"Los políticos que no saben ni un solo hecho y aun así llegan a una conclusión y a una opinión, son en mi opinión insensatos y peligrosos", aseveró Cuomo, que instó a los ciudadanos de Nueva York a desconfiar de este tipo de representantes.
"Mi vida entera he estado bajo el escrutinio público, desde que tenía 23 años (...) Los neoyorquinos me conocen. Esperaen a los hechos. Esperen a los hechos", apuntaló.
Las declaraciones de Cuomo se producen después de una lluvia de peticiones de renuncia tanto por parte de los legisladores estatales republicanos como por parte de sus compañeros demócratas, 59 de los cuales se unieron este jueves para firmar un comunicado en el que pidieron que abandonara su puesto.
A ellos se sumaron este viernes 11 representantes en las cámaras legislativas de Washington, entre ellos la popular Alexandria Ocasio-Cortez y Jamaal Bowman.
Además de la presión ejercida por sus compañeros, Cuomo se enfrenta ahora a un posible juicio político que podría derivar de la investigación iniciada por un comité judicial de la Asamblea neoyorquina.