Bush defendió invasión de Irak y lucha por "la libertad" en Medio Oriente

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Autor: Cooperativa.cl

En el discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente de EE.UU. enfatizó que la guerra contra el terrorismo de su Administración busca evitar que "el campo de batalla" sea el suelo norteamericano.

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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, hizo una férrea defensa de la invasión militar que la potencia desarrolla desde marzo de 2003 en Irak, pues forma parte de una estrategia antiterrorista que busca evitar que este conflicto global tenga como "campo de batalla" el suelo de los 50 estados.

 

En el tradicional discurso sobre el Estado de la Unión, el mandatario también reafirmó su compromiso con extender el paradigma estadounidense de libertad y democracia a todo el Medio Oriente, al tiempo que fustigó duramente al régimen fundamentalista de Irán.

 

La alocución, de cerca de 40 minutos, se realizó ante el Congreso pleno, en medio de los aplausos fervientes de los parlamentarios republicanos y las miradas recelosas de los legisladores demócratas.

 

Bush se dirigió a los estadounidenses con un mensaje predominantemente doméstico pero en el que o dejó de advertir que el desarrollo del país está en riesgo si se adopta una política aislacionista.

 

El ex gobernador de Texas inició su discurso con un homenaje a Coretta Scott King, viuda de Martin Luther King, quien falleció el martes 31 de enero. Luego, dedicó aproximadamente un tercio de su intervención a analizar la política sobre Irak. En segundo término se refirió a temas como la dependencia energética, el costo de los servicios sanitarios y el desarrollo económico.

 

"Sólo la victoria traerá a los soldados"

 

George W. Bush detalló los peligros que plantea para la libertad en el mundo la propagación del radicalismo islámico, al que definió como una "ideología del terror y muerte", al tiempo que advirtió sobre la necesidad de tomar en serio las amenazas del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, porque el "sistema totalitario" que pretende contaría con armas de destrucción masiva y utilizaría Irak como plataforma "para atacar América y el mundo".

 

En 2006, se deberán tomar decisiones cruciales sobre la masiva presencia militar en Irak, pero recalcó que Estados Unidos deberá elegir entre luchar "contra los enemigos de la libertad" o "dejar de lado esta obligación con la esperanza de una vida más fácil".

 

"Una retirada inmediata" de la nación árabe dejaría en ascuas a los aliados de Washington y permitiría que manos enemigas controlaran una nación estratégica. Más aún, subrayó que "no existe paz ni honor en el repliegue" y "sólo la victoria traerá a los soldados", porque "Estados Unidos no se retirará del mundo ni se doblegará ante el mal".

 

Además, Bush consideró que su país "está comprometido con un objetivo a largo plazo de alcance histórico", que busca garantizar la seguridad de sus ciudadanos mediante "el final de la tiranía" en el mundo.

 

La única forma para derrotar a los terroristas es -señaló- "derrotar la visión oscura de odio y miedo, ofreciendo la alternativa esperanzadora de la libertad política y el cambio pacífico".

 

Asimismo, el republicano celebró que el semillas de democracia se expandan en Medio Oriente, y dedicó palabras de elogio para Egipto, Arabia Saudí y Palestina, a quien reclamó el rechazo del terrorismo y el reconocimiento del estado de Israel.

 

También dirigió palabras a la "elite de clérigos" que gobiernan Irán a quienes acusó de apoyar a terroristas en Palestina y en Líbano, al tiempo que condenó el desafío de Teherán al mundo con su voluntad de poseer armas nucleares.

 

"La libertad es el futuro de Medio Oriente porque es el derecho y la esperanza de la humanidad", añadió Bush.

 

La cuestión social

 

En su discurso, George W. Bush instó a los estadounidenses a continuar liderando temas económicos y para ello explicó que su nueva agenda incorpora las prioridades de los ciudadanos, como el empleo, los precios de la salud y el alza de los combustibles.

 

Bush aseguró que durante 2006 alrededor de 140 programas considerados no prioritarios serán suprimidos lo que permitirá ahorrar a los contribuyentes cerca de 14.000 millones de dólares, para poner así a Estados Unidos en el camino de reducir el déficit a la mitad en los próximos tres años.

 

También defendió el liderazgo que durante las últimas décadas ha venido ejerciendo Estados Unidos como potencia comercial, pero advirtió que otros países compiten ahora con sus productos y advirtió de los riesgos de la autocomplacencia.

 

Para el presidente, la única forma de continuar a la vanguardia económica reside en mantener la "preeminencia" de Estados Unidos en materia de investigación, para lo cual señaló que las prioridades deben centrarse en dar una educación a los jóvenes que se traduzca en fuerza de trabajo preparada en el futuro.

 

Pero el liderazgo de Estados Unidos -agregó- también pasa por la reducción de la "adicción" energética del país, responsable de un fuerte alza de precios y de un freno al desarrollo económico.

 

Al igual que el año pasado, cuando expresó la necesidad de profundizar en el uso de la energía nuclear, Bush aseguró que la mejor forma de acabar con esa dependencia es a través de la tecnología.

 

Por ello, adelantó que pondrá en marcha una iniciativa energética que se traducirá en un aumento del 22 por ciento en el presupuesto federal para investigación en materia de energías limpias, asegurando habrá más inversiones en plantas térmicas de carbón de emisión cero y en plantas de energía solar, eólica y nuclear, con el objetivo de reducir en tres cuartos la dependencia de Estados Unidos del petróleo de Medio Oriente para el año 2025. (Agencias)

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