Estados Unidos condenó este viernes la reunión que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, mantuvo este viernes con el presidente ruso, Vladímir Putin, al argumentar que el encuentro "no promoverá la causa por la paz" en Ucrania.
"Ni promoverá la soberanía, ni la integridad territorial, ni la independencia de Ucrania", indicaron fuentes de la Administración demócrata en una llamada telefónica con medios, a la vez que consideraron que Rusia podría poner fin "hoy mismo" al conflicto si decidiera cesar su agresión.
La Unión Europea también se desmarcó de dicho encuentro al asegurar que, aunque Budapest ostenta la presidencia rotatoria de esa comunidad política desde el 1 de julio, no tiene ningún mandato para acudir a Moscú.
A la vez, exigió al mandatario húngaro "unidad" con sus socios europeos ante la guerra de Ucrania.
Tras la reunión, Orbán reconoció que las posiciones de Rusia y Occidente respecto a este conflicto son muy distantes, aunque expresó su disposición a acercarse a la paz por medio de conversaciones.
"Quería escuchar y escuché la opinión de Putin (...) Las posiciones son muy distantes, es necesario dar muchos pasos para acercarse al fin de la guerra, pero el paso más importante fue el establecimiento de contactos y continuaré trabajando", apuntó Orbán en declaraciones a la prensa.
En la misma conferencia, el líder del Kremlin insistió en su propuesta para poner fin a las hostilidades en Ucrania: "Estamos hablando la retirada completa de todas las fuerzas de Ucrania de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Zaporiyia y de Jersón", reafirmó.
Putin señaló que Rusia no busca un "simple alto el fuego" o una pausa en el conflicto, sino quiere su solución "plena y definitiva".