Rusia denunció este domingo el maltrato que consideró que sufre María Bútina, la joven rusa detenida en EEUU por supuestamente espiar en favor del Kremlin, que fue trasladada sin previo aviso a una prisión en el Estado de Virginia.
"Es evidente que se está intentando doblegar a María con nuevas humillaciones y más presión psicológica. Es indignante que fuera trasladada encadenada", informó la Embajada rusa en Washington en un comunicado.
La Embajada denuncia que, después de un mes de confinamiento en Washington, fuera trasladada el viernes "sin previo aviso" a otra cárcel en la ciudad de Alexandría, al tiempo que le requisaron sus objetos personales, como libros y artículos de higiene personal.
Además, la nota asegura que Bútina fue obligada a desnudarse completamente para un último registro antes de abandonar Washington y que en la nueva prisión será recluida en una celda individual en condiciones de total aislamiento.
"¿Acaso es posible que acusaciones vertidas antes de un fallo judicial condenen a María a prácticas que rayan la tortura?", se preguntó.
Los diplomáticos rusos, que ya han visitado a su ciudadana, adelantaron que enviarán al Departamento de Estado la correspondiente nota de protesta por los métodos utilizados con Bútina y pidió a las organizaciones de Derechos Humanos que condenen estas prácticas.
A finales de junio la Cancillería llamó a Bútina "presa política", consideró que su detención es parte de una "caza de brujas" y exigió a Washington su inmediata liberación.
Bútina, de 29 años, está acusada de un delito de conspiración contra el Estado y de haber actuado como agente para otro país sin haberlo notificado a las autoridades, cargos que podrían implicar una condena máxima de 5 y 10 años, respectivamente.
Las conexiones de Bútina, que trabajaba para un alto funcionario ruso, la llevaron a mantener encuentros con políticos estadounidenses y con la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA).