Estadounidense fue condenado a cadena perpetua acusado de complot para atentados en Nueva York
Adis Medunjanin fue inculpado por conspiración.
Recibió entrenamiento de Al Qaeda.
Adis Medunjanin fue inculpado por conspiración.
Recibió entrenamiento de Al Qaeda.
El estadounidense Adis Medunjanin, de ascendencia bosnia y relacionado con Al Qaeda, fue condenado a cadena perpetua en una corte federal de Brooklyn por conspirar con dos antiguos compañeros de clase para formar una célula terrorista que pretendía cometer atentados en 2009 en el metro de Nueva York.
Medunjanin, un ciudadano estadounidense de 34 años, fue acusado este año de conspirar para usar armas de destrucción masiva con las que perpetrar atentados terroristas, así como de otros cargos de terrorismo, por los que se le condenó a cadena perpetua, informó la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York en un comunicado.
La acusación alegó que el acusado había orquestado "crímenes atroces encaminados a asesinar y mutilar a sus compatriotas estadounidenses, con el propósito de alterar la política exterior de este país y vengarse de ella".
Por su parte, los abogados de la defensa admitieron que Medunjanin quería combatir por los talibanes, pero negaron que en algún momento hubiera accedido a "extender la muerte y la destrucción en la ciudad en la que su familia se había radicado".
Los antiguos compañeros de clase de la escuela secundaria de Queens en la que estudió Medunjanin, Najibullah Zazi y Zarein Ahmedzay, testificaron en el juicio reconociendo que los tres habían recibido entrenamiento terrorista, tras haberse dejado influir por las grabaciones "incendiarias" del clérigo extremista Anwar al-Awlaki.
Los dos hombres precisaron que su plan dio comienzo después de que los tres viajaran a Pakistán en 2008, para vengar la invasión estadounidense de Afganistán.
Allí recibieron entrenamiento en calidad de reclutas estadounidenses, de mano de células de Al Qaeda que les alentaron para que regresaran a su país en una misión suicida y sembraran el terror haciendo detonar explosivos en lugares emblemáticos de Nueva York como la bolsa, Times Square o la estación Grand Central.