Un oscuro personaje ruso estafó a espías estadounidenses por 100.000 dólares al ofrecer supuesta información comprometedora sobre el presidente Donald Trump y otros datos sobre ciberespionaje, informó este sábado The New York Times (NYT).
De acuerdo con información facilitada por fuentes estadounidenses y comunicaciones rusas, el Times aseguró que el ciudadano ruso, cuya identidad no facilitó, es conocido por los servicios de inteligencia de Rusia y por grupos de piratas cibernéticos.
La nota, fechada en Berlín, indica que el pago fue hecho como un primer depósito después de que el ruso pidiera 10 millones de dólares por la información que dijo tener y luego rebajara sus demandas a un millón de dólares.
El personaje ofrecía armas cibernéticas para piratear el sistema de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) y material que aseguraba era supuestamente comprometedor para el gobernante estadounidense, indicó el periódico.
Según el diario, las negociaciones se llevaron a cabo el año pasado, utilizando los estadounidenses como intermediario a un empresario de esa misma nacionalidad con residencia en Alemania, y acabaron después de que el ruso hiciera entrega de material sin valor o falso.
Entre los materiales que suministró fue un video en el que supuestamente aparecía Trump con dos mujeres, sin sonido, aunque por la imagen no se podría verificar si se trataba efectivamente del gobernante estadounidense.
Las sospechas de que los servicios de inteligencia rusos estuvieran detrás de esta operación crecieron cuando el empresario elegido como intermediario dijo que el lugar donde se mostró este video fue la embajada rusa en Berlín, agregó el diario.
El oscuro personaje ruso, de acuerdo con la información, también facilitó registros bancarios falsos, correos electrónicos y supuestos informes de los servicios de inteligencia rusa.
De acuerdo con el Times, los servicios de inteligencia estadounidenses no querían el supuesto material sobre Trump, sino acceder a las herramientas que el ruso había ofrecido para piratear la NSA.
Pero los datos que proporcionó ya eran de conocidos por los servicios de inteligencia estadounidense.
El que iba a ser el primer pago por estos materiales fue hecho en septiembre pasado en la habitación de un hotel en Berlín. No hubo otros abonos posteriores, según el diario.
Una vez quedaron convencidos de la falsedad de la información que estaba ofreciendo el ruso, o su escaso valor, los agentes de EEUU le ofrecieron trabajar para ellos o volver a Rusia y no salir de ahí, y al parecer rechazó la primera opción.
Trump se hizo eco hoy de esta información desde su cuenta de Twitter, y dijo que espera "que la gente ahora vea y comprenda qué está pasando aquí", sin mayores explicaciones.
"Ahora todo está empezando a salir", agregó el gobernante, sin que su posición aclare nada sobre la veracidad de las versiones o si se trata de una información que intenta desprestigiar a su administración.