El padre de Ahmad Khan Rahami, el hombre acusado de llevar a cabo el fin de semana los ataques registrados en Nueva York y Nueva Jersey, había advertido en 2014 a las autoridades que su hijo era terrorista.
Según publicó este martes el diario The New York Times, agentes federales tomaron nota de la declaración de Mohammed Rahami, una denuncia que se trasladó entonces al Grupo de Trabajo contra el Terrorismo que dirige la oficina del FBI de Newark.
Los oficiales abrieron entonces lo que se conoce como una "evaluación", el primer paso para una investigación del FBI, y se entrevistó al padre de nuevo, aunque en esta segunda ocasión el progenitor se desdijo de su denuncia previa alegando que hizo el comentario porque "estaba enfadado" con su hijo.
Según las fuentes de la información, no está claro si se llegó a entrevistar entonces por los agentes al propio Rahami.
En declaraciones a los periodistas que hoy temprano e agolpaban a las afueras del restaurante familiar en Elizabeth, Nueva Jersey, el padre sostuvo su denuncia: "Llamé al FBI hace dos años", aseguró.
Consultado luego sobre si su hijo es un terrorista, se mostró de nuevo incongruente: "No, y el FBI lo sabe".
La denuncia de terrorismo de Mohammed Rahami se produjo cuando su hijo fue arrestado tras una pelea en su casa en la que se le acusó de herir con un cuchillo a su propio hermano.
Según los medios locales, Rahami se radicalizó tras un viaje a Afganistán, el país de origen de su familia. (Foto: EFE)
The New York Times informó además sobre el hallazgo de una libreta en la que el joven habría escrito mensajes a favor de la causa yihadista y un notebook en el que aparecen menciones a la red terrorista Al Qaeda y a su ex líder Osama Bin Laden.
En un punto de la libreta, con un agujero de bala y marcas de sangre, Rahami escribió "matar al kuffar" en referencia a los no fieles.
Tras la detención del acusado, el lunes por la mañana, los investigadores se centran en analizar lo que habría motivado su plan de colocar bombas en Nueva York y Nueva Jersey.
Rahami fue detenido tras un tiroteo en la ciudad de Linden (estado de Nueva Jersey), horas después de que las autoridades difundieran imágenes de su presunta vinculación con las explosiones del fin de semana.
Posteriormente, la Fiscalía presentó en su contra cinco cargos por intento de asesinato de uno de los agentes que resultó herido de bala durante el tiroteo previo a su detención, y el juez fijó una fianza de 5,2 millones de dólares.
Las investigaciones se realizan en medio de un refuerzo de las medidas de seguridad en Nueva York, con motivo de la Asamblea General de la ONU, que reúne desde hoy a más de un centenar de gobernantes, incluida la Presidenta Michelle Bachelet.