El estado de Texas se unió este viernes a otros 18 territorios del país que han prohibido o restringido los tratamientos de cambio de género para menores, después de que su gobernador, el republicano Greg Abbott, ratificara una ley que ilegaliza la práctica.
En concreto, la norma de Texas prohíbe a los médicos recetar tratamientos hormonales o bloqueadores de la pubertad, o realizar cirugías de transición de género a menores de 18 años, recoge el medio The Hill.
Está previsto que la medida entre en vigencia el 1 de septiembre, aunque incluye excepciones para aquellas personas que ya están recibiendo este tipo de tratamientos.
Este tipo de leyes, que tienen como objetivo restringir el acceso de los menores a los cuidados de afirmación de género -como se los conoce en EEUU-, se han vuelto populares recientemente en los estados del país gobernados por republicanos.
Los conservadores argumentan que las medidas tienen como objetivo impedir que los jóvenes tomen decisiones irreversibles de las que luego puedan arrepentirse.
Sin embargo, existen pocos estudios sobre el efecto a largo plazo de este tipo de tratamientos en menores. Muchos legisladores demócratas, por su parte, alertan del riesgo de estigmatizar a una comunidad que ya suele sufrir grandes niveles de discriminación y abuso.
Además, organizaciones defensoras de los derechos LGBT temen que la situación pueda llevar a más jóvenes trans al suicidio, ya que son de los colectivos más vulnerables.
Las principales asociaciones médicas están de acuerdo en que los tratamientos de reafirmación de género son apropiados para adultos y jóvenes que sufren disforia de género.