El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este martes que "ser duro" en la lucha contra el terrorismo, como le reclama el virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, implica, entre otras cosas, dejar que sea fácil para los terroristas comprar armas de asalto.
"Basta de hablar de ser duro contra el terrorismo", afirmó Obama, visiblemente enojado, en un discurso desde el Departamento del Tesoro, tras reunirse con su Consejo de Seguridad Nacional para revisar la estrategia contra el grupo yihadista Estado Islámico tras la matanza de Orlando.
Ser realmente duro conlleva "dejar de hacer lo más fácil posible para los terroristas comprar armas de asalto", detalló el mandatario.
Por ello, el presidente abogó de nuevo por "restablecer la prohibición" de la venta de armas de asalto y dijo que, de lo contrario, matanzas como la ocurrida el domingo en una discoteca de Orlando "van a seguir sucediendo".
"Tenemos que hacer que sea más difícil para los que quieren matar a estadounidenses tener en sus manos armas de guerra que les permiten asesinar a docenas de inocentes", insistió el presidente.
El presunto autor de la masacre en la discoteca Pulse de Orlando, frecuentada por homosexuales, es Omar Seddique Mateen, un estadounidense de 29 años de origen afgano que iba armado con un fusil de asalto y una pistola.
Mateen asesinó a 49 personas y dejó heridas a más de medio centenar, de las que 27 seguían hoy hospitalizadas.
Este lunes, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, admitió que Obama está cada vez más "frustrado" con el Congreso por la ausencia de medidas legislativas "de sentido común" para controlar la venta y posesión de armas de fuego.
Tras la matanza en Orlando, Obama ha vuelto a insistir en la necesidad de endurecer las leyes para el control de las armas de fuego y ha alertado al Congreso de que "no hacer nada" al respecto "es también una decisión".
Mateen había sido investigado por el FBI pero, al no contar con historial delictivo, pudo comprar de manera legal las armas con las que llevó a cabo el tiroteo, el más mortal en la historia reciente del país.