El cadáver de Birna Brjansdottir, una joven de 20 años que llevaba ocho días desaparecida, fue encontrado este lunes y el hecho revolucionó Islandia, un país donde los índices de crímenes son casi nulos y la policía puede incluso patrullar sin armas.
La joven desapareció el sábado 14 de enero a las 17:00 horas, luego de salir con algunos amigos a bares de Reikiavik (la capital islandesa), tras lo cual se le perdió el rastro.
La primera pista para llegar a su cuerpo que encontró la policía fue un zapato en el puerto de Hafnarfjordur, al sur de Reikiavik, cerca del muelle donde estaba atracado un barco pesquero groenlandés de nombre el Polar Nanoq.
El barco Polar Nanoq zarpó el día de la desaparición, sin embargo, fue obligado a volver a la costa para que miembros de la unidad de élite de la policía islandesa (Viking Squad) interrogaran a la tripulación.
Hasta el momento, tres marinos están detenidos, como "sospechosos de poseer información sobre la desaparición de Birna", y comparecerán ante la justicia.
Si bien la policía hizo las pericias necesarias en el barco no encontraron rastros de la joven en el lugar.
Su teléfono celular también se encontró en la zona, donde se tiene certeza de que alguien lo apagó.
En tanto las cámaras confirmaron la presencia a las 06:30 horas, cerca del barco, de un automóvil rojo, idéntico al visto (según testimonios) cerca de los bares en que Birna estuvo por última vez.
Un país sin crímenes
Por ahora el caso de Birna Brjánsdóttir es un hito para Islandia.
En el país de 330 mil habitantes los crímenes son muy poco frecuentes, tanto así que la primera vez que la policía del país consideró necesario disparar su arma de servicio a un hombre fue en diciembre de 2013.
Desde 2001, se registraron en Islandia 1,8 homicidios en promedio al año, según las estadísticas policiales, los que habitualmente son provocados por personas bajo los efectos del alcohol.