Los "mediadores" que el sábado supervisaron el desarme de ETA, miembros del autodenominado Comité Internacional de Verificación (CIV), empezaron este domingo a declarar ante la Justicia francesa.
Fuentes cercanas a la investigación en España han confirmado a EFE que los jueces están tomando declaración como testigos a los participantes en la entrega de armamento y en la identificación de escondites que escondían material bélico en diferentes localidades francesas.
Los integrantes del CIV comunicaron a la Fiscalía de Bayona (Francia) la localización de ocho depósitos de armas que contienen alrededor de 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivo, municiones y detonadores.
El material incluye balas, revólveres, pistolas, detonadores industriales, temporizadores, así como explosivos y productos químicos como pentrita, pentolita, polvo de aluminio, nitrometano, amonal y ácido sulfúrico.
Precisamente para conocer la información sobre estas armas, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco abrió el pasado viernes diligencias, a petición de la Fiscalía, para cursar una comisión rogatoria a Francia.
El objetivo de la Fiscalía es conocer el material entregado para determinar si alguna de las armas forma parte de algún procedimiento abierto contra la banda terrorista.
No obstante, las fuerzas de seguridad tienen pocas esperanzas de que las armas entregadas por ETA sirvan para aclarar los 224 atentados de la banda que quedan sin resolver, al entender, bien estarán "limpias" de pruebas, bien ni siquiera se habrán facilitado a los "mediadores".