El gobierno conservador de Mariano Rajoy aprobó este vienes una reforma del aborto que restringe la interrupción voluntaria del embarazo en España y la tipifica como delito despenalizado solo en dos supuestos: Violación y riesgo para la salud de la mujer.
Quedan fuera las malformaciones fetales.
La ley, que tendrá que ser tramitada en el Parlamento, pone fin a la ley de plazos impulsada por el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. En vigor desde 2010, sacó el aborto del Código Penal y permitió a la mujer abortar hasta la semana 14 de gestación sin tener que alegar motivos.
"Iba en nuestro programa electoral y hemos hecho una regulación en la misma línea de la ley del 85, que regió en España durante 20 años y que fue aprobada por el gobierno (socialista) de Felipe González", dijo Rajoy en Bruselas, mientras su gabinete analizaba en Madrid el texto al que luego dio luz verde.
La ley de 1985, la inmediatamente anterior a la de 2010, permitía sin embargo también el aborto por malformaciones fetales, algo que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, dejó fuera en la redacción de la futura norma.
La reforma supone alejar a España de la mayoría de los países de la Unión Europea (UE), que tienen leyes de plazos. Es decir, leyes que permiten abortar a la mujer sin tener que alegar motivo alguno durante un plazo determinado.
La izquierda, asociaciones de mujeres y otros sectores sociales consideran que supone un retroceso en los derechos de las mujeres.
Ahora mismo, con la ley de Zapatero, además de poder abortar libremente durante las primeras 14 semanas de gestación, la mujer puede interrumpir el embarazo en caso de riesgo grave para su vida o su salud o para las del feto hasta la semana 22. Si se detectan en él enfermedades muy graves, incurables o incompatibles con la vida, el aborto se puede practicar en cualquier momento del embarazo.