Las elecciones en Austria le han dado un vuelco a la derecha en las elecciones legislativas que ha ganado este domingo el conservador Sebastian Kurz y que deja a los ultranacionalistas a las puertas del Gobierno como socios clave para formar cualquier mayoría.
El Partido Popular (ÖVP) de Kurz, de tan solo 31 años de edad, ha logrado el 31,7 % de los votos, según el recuento al 97,7 % de los sufragios, incluyendo una estimación para el voto por correo, en unas elecciones que han registrado una participación del 79,4 %.
Mientras que los conservadores han aumentado sus votos casi en 8 puntos porcentuales y los ultranacionalistas 5,5 puntos respecto a las elecciones de 2013, y los socialdemócratas se mantienen con los mismos apoyos que hace cuatro años.
Los analistas coinciden en que su socio más probable de coalición serán los ultranacionalistas del FPÖ, encabezados por Heinz-Christian Strache, conocidos por sus posiciones euroescépticas y contra la migración.
Desde que Kurz se hiciera con las riendas del ÖVP en mayo pasado, desplazó a la ultraderecha en las preferencias de los votantes con un programa que endurece las políticas migratorias, recorta ayudas para solicitantes de asilo y refuerza las medidas de integración.
Kurz, todo un mago de la autopromoción, ha logrado convertirse en el candidato que encarna el "cambio" para una gran parte del electorado pese a que su partido lleva 31 años en el poder.
La ultraderecha vuelve a abrirse camino en Europa
Si bien en este caso la ultraderecha austriaca perdió, es inevitable darse cuenta que se han convertido en una opción real en el país, tomando en consideración que en estas elecciones, aumentaron en 5,5 puntos porcentuales las votaciones en comparación a las votaciones del año 2013.
Este fenómeno va en directa relación con lo que ocurrió en septiembre recién pasado, cuando la ultraderecha alemana, volvió al parlamento luego de ausentarse por 60 años del poder legislativo. Esto nos muestra lo que a nivel de proyecciones puede deparar el futuro, la ultraderecha está volviendo a ganarse un puesto en las elecciones populares en el viejo continente.