El Gobierno y los bancos chipriotas urgieron a los parlamentarios a aprobar con urgencia el denominado "plan B" como alternativa a las propuestas del Eurogrupo, si quieren evitar la quiebra del país en pocos días.
El gobernador del Banco Central de Chipre, Panikos Dimitriadis, afirmó en su intervención ante la comisión parlamentaria de Finanzas que el Parlamento debe aprobar a toda costa el saneamiento del Laiki Bank para tener hasta el lunes un acuerdo global sobre el país.
En declaraciones citadas por la cadena pública RIK, Dimitriadis subrayó que si los diputados no respaldan la ley que permite este saneamiento, "el martes no habrá liquidez ni para Laiki Bank, ni para ningún otro banco".
La reestructuración de la segunda mayor entidad financiera y la creación de un banco "bueno" y uno "malo", en cambio, permitiría al Estado ahorrar 3.600 millones de euros (2.200 millones de pesos chilenos).
Las cifras ofrecidas por Dimitriadis, contrastan con las que daban ayer jueves los medios chipriotas, que calculaban que el ahorro de la reestructuración de este banco, propiedad en un 84 por ciento del Estado, permitiría economizar 2.000 millones de euros (1.222 millones de pesos).
Otras peticiones
También el presidente del Cyprus Bank, el primer banco del país, Andreas Artemis, pidió a los diputados aprobar el paquete de leyes. "Si no hay acuerdo hasta el lunes, el sistema bancario chipriota entrará en quiebra desordenada el lunes", urgió.
En declaraciones citadas por RIK, el banquero advirtió que la falta de acuerdo sobre la reestructuración bancaria llevaría al cierre inmediato de miles de empresas, a la pérdida de miles de puestos de trabajo en todos los sectores de la economía y a la pérdida de bienes de todos los ciudadanos.
La opción del retorno a la lira chipriota significaría la devaluación abrupta de todos los bienes de los ciudadanos y "la vuelta a la hiperinflación", subrayó.
Por su parte el portavoz del Gobierno, Jrístos Stylianidis, hizo un llamado a la "responsabilidad" y pidió a los partidos a superar sus diferencias políticas en aras de tomar "decisiones difíciles pero necesarias".
Las declaraciones de Stylianidis y el aplazamiento a la tarde de este viernes de la sesión plenaria del Parlamento, prevista inicialmente por la mañana, apuntan a que entre los partidos todavía no hay consenso sobre las medidas.