El Parlamento chipriota rechazó por amplia mayoría el impuesto a los depósitos privados planteado por el Eurogrupo, o corralito, pese a que el Gobierno había presentado una versión suavizada, que dejaba exentos los ahorros inferiores a 20.000 euros (12 millones de pesos).
Todos los partidos votaron en contra del borrador de ley, con excepción del gubernamental DISY, que se abstuvo.
Concretamente, de los 56 parlamentarios, 36 votaron en contra y solo los 19 del partido conservador se abstuvieron.
Las intervenciones en el debate previo estuvieron todas marcadas por un tono de dura crítica hacia las decisiones del Eurogrupo.
Así, el presidente del Parlamento, Yannakis Omirú, habló de un "atraco a la propiedad privada, contra toda noción del Derecho".
Omirú afirmó que los socios europeos se han pronunciado a favor de que Chipre vuelva "a ser un país de soberanía limitada, un estado neocolonialista".
El presidente del Parlamento y miembro del partido socialdemócrata EDEK pidió respaldar al presidente, Nikos Anastasiadis, en "todo esfuerzo por renegociar la decisión".
Fue el propio Anastasiadis quien, en un comunicado publicado mientras se celebraba el debate, anunció su intención de "continuar luchando para que las decisiones del Eurogrupo se modifiquen".
Lo peor para los ahorrantes
Claudio Díaz, académico de finanzas de la Universidad Mayor, afirmó en GPS de Cooperativa que "un corralito es lo peor que le puede pasar a una persona porque el sistema financiero opera en la confianza".
"La gente deposita sus ahorros en el sistema financiero porque confía en que ahí estará más segura. Todas estas medidas de corralito lo que más generan es incertidumbre", sostuvo.
Agregó que la medida impulsada por el Eurogrupo "es bien extraña porque todo lo que se ha hecho en cuanto a rescate financiero ha sido sobre la base de proteger a los ahorrantes. Eso pasó en Estados Unidos" y no en este caso.