La Audiencia Nacional de Dinamarca condenó este lunes a ocho años de prisión por un delito de terrorismo a una danesa de 17 años convertida al islam por preparar un atentado contra una escuela judía y su antiguo centro educativo.
La sentencia supone aumentar en dos años la pena dictada en mayo por un tribunal de primera instancia contra la joven, la primera mujer danesa condenada por un delito de terrorismo y culpable además de agredir con un trozo de vidrio a un pedagogo durante su estancia en un centro para menores.
La Audiencia tuvo en cuenta la edad de la joven al ser detenida (15 años), su inmadurez y la falta de antecedentes para desechar la petición de la Fiscalía, que, apoyada en un dictamen del Consejo de Medicina Forense, reclamaba custodia, una pena prorrogable de forma indefinida que puede equivaler a una cadena perpetua.
La defensa de la joven sostuvo, sin embargo, que sólo buscaba llamar la atención, que había sufrido una infancia llena de problemas y que, en realidad, no pretendía llevar a cabo sus planes.
Entre las pruebas presentadas figuran recibos de compra de las sustancias para fabricar el explosivo TATP, notas manuscritas, búsquedas en internet sobre cómo hacer bombas y sobre la escuela judía de Carolina en Copenhague, correspondencia sobre el ataque y charlas con un ex alumno y un ex profesor de su antiguo centro educativo.
La joven pretendía hacer explotar una bomba durante una fiesta en ese centro el 8 de enero de 2016, pero no pudo tener listo a tiempo el explosivo, por lo que cambió de objetivo.
Sus planes fueron abortados al ser detenida cinco días después en su casa en Kundby, al oeste de Copenhague.
Su familia había alertado a la policía al encontrar varias sustancias químicas en casa.