La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, se convirtió en blanco de críticas tras la filtración del video de una fiesta en que se le ve con sus amigos, incluyendo a celebridades locales, bailando y cantando. La líder del Partido de los Finlandeses, Riikka Purra, le pidió que se sometiera a una prueba voluntaria de drogas, según informó el portal de noticias BBC. Marin, de 36 años, negó haber consumido drogas y dijo que solo bebía alcohol y estaba en una fiesta "bulliciosa". La mujer más joven en ocupar ese cargo en el mundo no oculta sus fiestas y ha sido fotografiada en diversos festivales de música. Incluso, el año pasado se disculpó por ir a discotecas después de estar en contacto estrecho con un caso de Covid-19. Al comentar sobre el video el jueves, dijo que en ese momento sabía que estaba siendo grabada, aunque manifestó su molestia por la filtración al público: "Bailé, canté y festejé, cosas perfectamente legales. Y nunca he estado en una situación en la que haya visto o sabido de otros (usando drogas)".