El Parlamento de Grecia decretó este miércoles el fin de sus sesiones y el inicio de unas vacaciones estivales de cuatro meses, algo que ha creado una grave polémica ya que el país se enfrenta a cruciales decisiones y debates en los próximos meses.
Hasta el próximo octubre, el hemiciclo permanecerá inactivo durante cuatro semanas, y en los otros tres meses trabajará sólo con un tercio de sus diputados, que lo harán de forma rotatoria.
El principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, puso el grito en el cielo ya que hay "asuntos muy importantes" que deben decidirse.
Entre ellos, según el portavoz izquierdista Nikos Vutsis, se hallan las peticiones de la justicia de levantar la inmunidad parlamentaria a diputados implicados en 120 procesos judiciales, algo que no puede hacerse sino está presente todo el pleno de la cámara.
Además están pendientes dos controvertidos proyectos legislativos -la nueva ley de costas y la ley antirracista-, así como el debate de los líderes políticos para tratar la renegociación de la deuda, que los socios europeos de Grecia pretenden discutir a inicios de otoño.
"El año pasado el Parlamento interrumpió sus sesiones mucho más tarde. En 2012 no las interrumpió ni un solo día. El cierre tan pronto es un escándalo porque, además, este año el periodo parlamentario fue más corto debido a los 15 días de vacaciones de Pascua y a otros 15 días de interrupción por las elecciones europeas", explicó Vutsis en declaraciones a EFE.
"El Gobierno quiere reducir al mínimo el control parlamentario (sobre el ejecutivo)", denunció el portavoz de Syriza.
Terence Quick, portavoz del grupo parlamentario del partido derechista Griegos Independientes, también se quejó de la interrupción de la actividad parlamentaria en un momento en que "los acreedores están hablando de la necesidad de nuevos préstamos y se han anunciado reducciones de las pensiones suplementarias".
Posible nuevo rescate en Grecia
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, aseguró esta semana que Grecia podría necesitar un nuevo rescate de unos 10.000 millones de euros en los próximos años, opinión que también dijo compartir el actual presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
"El gobierno cierra con precipitación el Parlamento para aprobar, con el menor coste político posible, las medidas exigidas por la troika", se quejó Quick.
El ejecutivo que dirige Andonis Samarás y que está apoyado por el partido conservador Nueva Democracia (ND) y el socialdemócrata Pasok no pasa por su mejor momento de popularidad ya que en las pasadas elecciones europeas ambas formaciones perdieron conjuntamente casi el 11 por ciento de los votos respecto a los comicios legislativos de 2012.
Samarás y el viceprimer ministro y líder del Pasok, Evángelos Venizelos, anunciaron la pasada semana que llevarán a cabo una remodelación del Gobierno, aunque aún se desconoce qué ministros serán sustituidos.
Ambos líderes están tratando además de recuperar el favor de varios diputados disidentes que abandonaron ND y Pasok en los dos años que van de legislatura, ya que los partidos oficialistas tienen una exigua mayoría en el hemiciclo.