Un jinete húngaro de 54 años, Istvan Bentse, revivió las travesías de Atila el huno y viajó a caballo entre su país y Mongolia, un trayecto de 9.000 kilómetros que ha tardado en completar dos años y medio, informa este lunes la agencia local Montsame.
Bentse, dentista de profesión pero gran aficionado a los caballos, partió a principios de 2016 de la pequeña localidad húngara de Sailo, donde la leyenda dice que está enterrado Atila, y recientemente llegó a las ruinas de Karakorum, la antigua capital del imperio mongol, con el que los hunos estaban emparentados.
Ha atravesado ocho países en su travesía (Hungría, Serbia, Bulgaria, Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán y Mongolia) y no ha utilizado el mismo caballo durante todo el viaje (sólo en el tramo final mongol ha cabalgado más de 40 diferentes), según contó hoy a Montsame.
"Me siento exhausto tras el largo viaje", confesó el dentista húngaro, quien descansa haciendo turismo en la capital mongola, Ulan Bator, y planea continuar ahora su travesía a caballo hasta Pekín (China).
Una de las principales dificultades del viaje ha sido el conseguir contactar con establos locales que le permitieran usar sus caballos en la travesía, relató.
No es el primer viaje de largo recorrido que el jinete húngaro ha emprendido, ya que en 2009 ya cabalgó entre Kazajistán y Hungría, y realizó ese mismo recorrido de vuelta en 2012.