Las autoridades irlandesas efectúan pruebas de ADN para tratar de determinar la identidad de la niña de siete años, rubia y de ojos azules que fue arrebatada en Dublín a una familia rumana de raza gitana que asegura tener vínculo biológico con ella, en medio de la duda de las autoridades.
Agentes de la Policía irlandesa (la Garda) se apersonaron este lunes en un domicilio del barrio de Tallaght, en Dublín, para hablar con la familia y hallaron varios menores, entre ellos esta niña, después de la denuncia de un vecino.
Los supuestos padres aseguraron a los policías que se trataba de su hija, pero la explicación y la documentación no los convenció y decidieron retirarles la custodia, de acuerdo con la Ley de Cuidado del Menor de 1991.
La Policía había sido alertada por un vecino de este barrio dublinés, uno de los más pobres de la capital, después de la notoriedad alcanzada por el caso de la niña de rasgos escandinavos hallada la pasada semana en Grecia en un campamento gitano.
La pequeña pasó las dos últimas noches bajo el cuidado del Servicio de Salud irlandés, que ya solicitó ante la Justicia una orden de tutelaje temporal mientras un laboratorio analiza las pruebas biológicas.
Los supuestos padres, que no han sido detenidos y defienden su inocencia, están colaborando con la investigación y accedieron a someterse a las pruebas de ADN, informó la cadena pública RTE.
Durante la visita el lunes de la policía, que se prolongó varias horas, la pareja aseguró que la niña nació en el Hospital Coombe de Dublín en abril de 2006, pero los datos cotejados con las autoridades médicas levantaron sospechas.
También su certificado de nacimiento fue considerado "poco concluyente" y la foto del pasaporte presentado por la familia mostraba a una niña mucho más pequeña, por lo que tampoco sirvió para compararla con su aspecto actual.