La potencia de la erupción del volcán en Islandia continúa disminuyendo y el magma ya solo emana de dos chimeneas, según el último boletín de la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en inglés).
"La intensidad de la erupción continúa disminuyendo. Nuevas imágenes generales de la zona muestran que ahora hay dos cráteres en erupción", señaló esta institución islandesa.
Según la IMO, la actividad sísmica ha bajado significativamente y en las últimas 24 horas se han registrado alrededor de 80 pequeños terremotos sobre los túneles de magma. El seísmo más grande desde la medianoche fue de solo 1,2 grados.
El volcán comenzó el lunes por la noche a expulsar magma de una grieta de unos 4 kilómetros de largo en la península de Reykjanes, unos 4 kilómetros al noreste de la evacuada ciudad de Grindavík.
Según la IMO, el cráter más activo es el que está situado directamente al este de Sýlingarfell y es el que se encuentra más al sur de los tres que estaban activos la víspera.
La lava continúa fluyendo hacia el este, pero también ha fluido una lengua de lava hacia el oeste, al norte de Stóra-Scógsfell.
No se ven cambios en el borde de lava más al sur.
CÓMO EVOLUCIONÓ LA ERUPCIÓN
Las imágenes de satélite muestran que el lecho de lava que se ha formado tiene una superficie de aproximadamente 3,7 kilómetros cuadrados en la zona, indicó la IMO.
La jefa de la división de servicios de investigación de la Agencia Meteorológica de Islandia, Kristín Jónsdóttir, explicó hoy en una radio islandesa que al principio la erupción mostró una actividad muy alta y se extendió rápidamente.
Al comienzo de la erupción el flujo de lava era de unos 300 metros cúbicos por segundo y ahora es de unos 10 metros cúbicos, según la evaluación visual de la agencia.
La experta de la Agencia Meteorológica de Islandia dijo además en una rueda de prensa posterior sobre la defensa civil que la pregunta principal ahora es si el túnel de magma que se ha formado debajo del sistema volcánico Svartsengi puede atravesar el tubo por el que sale la lava.
Y es que el magma probablemente proviene de Svartsengi, donde se acumula desde 2020, señaló, según la radiotelevisión pública RÚV de Islandia.
"MUCHOS INDICIOS DE UNA ERUPCIÓN BREVE"
El vulcanólogo Thorvaldur Thordarson declaró previamente que, aunque es difícil predecir la evolución del volcán, "hay muchos indicios de que será una erupción breve que podría detenerse en los próximos días, incluso antes del fin de semana".
En su opinión, hay pocas posibilidades de que se abran más aberturas en la fisura después de que disminuya la actividad.
También ve poca o ninguna posibilidad de que se produzca una erupción en Grindavík o sus alrededores.
Sin embargo, aún se considera que Grindavík, que fue evacuada ya el pasado 10 de noviembre por el temor a una erupción, corre un alto peligro, según el Servicio Meteorológico Nacional.
El tráfico hacia la ciudad ha sido prohibido hasta el día 28.
Jónsdóttir sostuvo que pese a todo no se espera una gran contaminación del gas que genera la expulsión de la lava, pero que es posible que afecte algo a la capital, Reikiavik, este jueves.
La primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, dijo en la misma rueda de prensa que entiende la preocupación de los ciudadanos, pero recalcó que su labor principal es garantizar la seguridad de los mismos, según RÚV.
Prometió además prolongar el apoyo financiero de tres meses para los ciudadanos de Grindavík durante todo el invierno.
El alcalde de Grindavík, Fannar Jónasson, recalcó que la mayor preocupación de los residentes de la ciudad es la vivienda, ya que demasiadas personas no se encuentran en lugares seguros y es difícil encontrar hogares temporales para 1.100 familias.