Los suizos rechazaron este domingo, a través de un referendo, con el 58,9 por ciento de los votos, la propuesta del partido nacionalista y xenófobo UDC de endurecer la ley que permite expulsar a los extranjeros que hayan cometido delitos graves.
Según los datos oficiales, 19 cantones (división geopolítica) votaron en contra de la iniciativa y cinco a favor, en un referendo que contó con una participación récord del 60 por ciento del electorado.
Los helvéticos se han opuesto a endurecer la legislación que establece la expulsión automática de aquel extranjero delincuente, pero que otorga a los jueces la posibilidad de hacer excepciones cuando crea una situación de grave dificultad para él o su familia.
La iniciativa votada este domingo pretendía que se incluyera en la Constitución el texto aprobado en primera instancia por los ciudadanos en referendo, sin las excepciones introducidas por el Parlamento posteriormente.
Proceso legislativo
En 2010, Suiza aprobó con el 52,9 por ciento de los votos la iniciativa "Por la expulsión de los extranjeros criminales", presentada por la UDC, y que establecía la expulsión automática de los extranjeros que delinquen.
Tras la aprobación -y como es prescriptivo-, el Parlamento redactó y aprobó una ley en marzo de 2015 que, a ojos de la UDC, suavizaba el espíritu y la forma de la iniciativa aprobada y por ello decidió presentar una nueva propuesta que "blindase" la aplicación literal de lo aprobado en primera instancia.
Después de esta votación se tendrá en cuenta también si el delincuente no es ciudadano suizo pero nació y se ha criado en Suiza, situación común -una cifra que se acerca a las 400 mil personas- dado que la Confederación Helvética no otorga la nacionalidad solo por nacer en su territorio.
Entre los delitos susceptibles de implicar una expulsión están el asesinato, la violación, el robo a mano armada, el tráfico de seres humanos y el tráfico de drogas, pero también el abuso de los beneficios de la seguridad social.