Desde hace diez días, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán que lucha por la independencia de la zona desde 1984, inició una ofensiva contra las fuerzas de Ankara.
Al menos cinco soldados turcos murieron este miércoles en un enfrentamiento armado con rebeldes kurdos en el sureste del país, informaron las cadenas de televisión locales.
Según las mismas fuentes una patrulla de militares se enfrentó con un grupo de rebeldes del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sur de la provincia de Sirnak, fronteriza con Siria e Irak, y varios soldados más han resultado heridos y han tenido que ser hospitalizados en el hospital de Sirnak.
Además, al menos dos personas resultaron heridas por la explosión de una bomba en la sede del gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo (PJD) en Estambul, el que tambiéns e atribuye a militantes kurdos.
El presidente provincial del PJD en Estambul, Mehmet Muezzinoglu, explicó a la agencia semioficial Anatolia que se trató de un ataque perpetrado por alguien "que o bien lanzó un artefacto desde el exterior o lo ocultó dentro del edificio".
El PKK, que se levantó en armas en 1984 por la autodeterminación del Kurdistán, declaró un alto el fuego unilateral en 1999, tras la detención de Abdulah Ocalan, pero retomó la lucha armada el pasado año, al parecer tras haberse reorganizado y rearmado en el vecino Kurdistán iraquí
Tras el regreso de los rebeldes del PKK del norte de Irak a Turquía, la lucha se intensificó el año pasado, y sólo durante la semana pasada 21 separatistas de este grupo murieron en dos operaciones realizadas en zonas rurales en las provincias surorientales del país.
El pasado 29 de marzo la violencia se reavivó en Diyarbakir, la mayor ciudad del sureste turco, tras enfrentamientos entre la policía y los asistentes a los funerales de cuatro guerrilleros del ilegalizado PKK, que fallecieron el pasado día 25 junto a diez compañeros suyos en combates con la policía.
En lo últimos diez días, sólo en esta ciudad, nueve personas murieron en las protestas, otras 565 personas fueron detenidas, y 320 tiendas y oficinas fueron destruidas. (Agencias)
