La Policía turca detuvo este miércoles a mas de mil personas en una masiva operación destinada a arrestar a 3.224 seguidores del clérigo islamista Fethullah Gülen, al que el Gobierno acusa de organizar la intentona golpista del pasado julio.
Según el ministro del Interior, Süleyman Soylu, hasta ahora han sido detenidas en 72 provincias 1.009 personas, acusadas de actuar como "jefes secretos" dentro de los cuerpos de seguridad del Estado.
"Se trata de un importante paso para la República de Turquía", dijo Soylu, citado por el diario Hürryiet en su versión electrónica.
Unos 8.500 policías están participando en una operación que se desarrolla en todo el país, con el apoyo de agentes de los servicios de inteligencia turcos MIT.
La lista de buscados incluye los nombres de 3.224 personas, señalan las fuentes de Hürriyet.
Acusan a Gülen de crear "Estado paralelo"
Solo en Estambul, la principal ciudad del país, unos 2.000 agentes de la policía buscan a 390 sospechosos, de los que han sido detenidos 172 hasta ahora.
La Fiscalía de Ankara, responsable del dispositivo, considera que los acusados "son jefes secretos civiles de FETÖ dentro de la Dirección de Seguridad", usando el acrónimo creado por las autoridades para referirse a la red de simpatizantes de Gülen.
Las autoridades turcas acusan a Gülen de haber creado un "Estado paralelo" colocando a sus seguidores en puestos de la Administración, la judicatura, las Fuerzas Armadas y la Policía.
Gülen fue hasta 2013 un estrecho aliado del Gobierno islamista turco, que permitió la entrada de sus colaboradores en la Administración pública turca.
Aunque las purgas contra supuestos miembros de la red comenzaron antes del fallido golpe de Estado del pasado julio, tras la intentona se han acelerado las detenciones y despidos de funcionarios, jueces, fiscales, profesores, militares y policías acusados de apoyar a Gülen.
En total, unos 130.00 empleados públicos han sido suspendidos desde el pasado julio.