El doctor en Historia y magíster en Ciencia Política Fernando Wilson planteó en El Diario de Cooperativa que la toma de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, "transmite un mensaje bastante duro": que Vladímir Putin, "después de haber sufrido las sanciones brutales y la pérdida total de la imagen de Rusia y de su propio nombre, está decidido a seguir hasta el final, que el precio pagado traiga de vuelta el producto". Sin embargo, consideró que la eventualidad de "una guerra nuclear es improbable", ya que la invasión rusa "es un conflicto de objetivos limitados, más de carácter local". "Incluso en una situación extrema, altamente improbable, el recurso serían armas nucleares tácticas", apuntó el académico de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, pero a fin de cuentas "el daño sería contraproducente contra los propios rusos".