El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo hoy que su papel "no es ni puede ser el de garante de un acuerdo de alto el fuego", tras el fracaso de dos intentos de evacuación de civiles de la ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, por la violación del cese temporal de las hostilidades.
El Gobierno de Ucrania había pedido al CICR -una organización humanitaria que trabaja en las peores situaciones de conflicto alrededor del mundo- que se encargue de hacer funcionar los corredores humanitarios que había pactado con Rusia para sacar a los pobladores de las ciudades de Mariúpol y Volnovaja (65 kilómetros al norte).
De Mariúpol se esperaba evacuar a unos 200.000 civiles, pero esto no pudo lograrse por ataques de las fuerzas rusas, según denuncias de Ucrania.
El CICR aseguró que el problema yace en la ausencia de un pacto detallado sobre cómo deben operar esos corredores, ya que un acuerdo de principio no es suficiente.
"Como un intermediario humanitario neutral e imparcial, el CICIR ha estado facilitando el diálogo entre las partes (del conflicto) para el tránsito seguro de los civiles", precisó la entidad, que subrayó así su papel de facilitador pero no de garante del cese de hostilidades esencial para que el acuerdo funcione.
Según la organización, los detalles principales a convenir son: las rutas de evacuación, las ubicaciones y horarios específicos, así como otros aspectos logísticos; la gente que podría ser evacuada voluntariamente y si el acuerdo también implica que se puede llevar asistencia humanitaria a las ciudades.
La organización dijo que su equipo sigue en Mariúpol y está preparado para hacer nuevos intentos de evacuación siempre y cuando Rusia y Ucrania acuerden todos los aspectos de la operación y los respeten.
El personal, los edificios y vehículos que llevan los emblemas de la Cruz Roja deben ser protegidos de acuerdo a las normas internacionales.