El primer ministro británico, David Cameron, indicó que el viernes fue un "mal día para Europa", tras la elección de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea (CE), pero insistió en que la UE debe "cambiar".
"Tenemos que trabajar con el nuevo presidente de la comisión, como siempre lo hacemos para asegurar nuestros intereses nacionales", aseguró el jefe de Gobierno, añadiendo que habló por teléfono con Juncker, que le reiteró el compromiso de atender sus inquietudes sobre las reformas.
Cameron se opuso a la elección de Juncker, a quien considera un político de la "vieja guardia" y contrario a las reformas que busca para la UE antes de convocar un referéndum en 2017 sobre la pertenencia de Reino Unido al bloque.
Las reformas que busca Cameron se relacionan con la modificación de la libre circulación de trabajadores y en materia de justicia.
"Siempre habrá enormes desafíos en su larga campaña para reformar la Unión Europea, pero con determinación, creo que lo podemos conseguir", comentó la autoridad.