Redoine Faïd, el fugitivo más buscado de Francia desde que escapó el pasado día 1 en helicóptero de una prisión al sur de París, consiguió huir ayer con un cómplice al norte de la capital de una persecución policial y abandonó un coche con explosivos plásticos.
Este escenario, revelado por los medios y pendiente de confirmación, es el que aparece tras la revisión de las cámaras del centro comercial My Place de la ciudad de Sarcelles, donde fue encontrado en horas de la tarde, el Renault Laguna con patente falsa que había estado persiguiendo una patrulla de gendarmes que lo consideró sospechoso.
En su interior se encontraron unos paquetes con explosivos plásticos, así como una caja con mechas y detonadores, lo que llevó al desalojo del centro comercial y a la intervención de los artificieros, pero ni rastro de los ocupantes del vehículo.
Gracias al examen de las grabaciones de las cámaras "Faïd ha sido reconocido" como uno de ellos, aunque los investigadores tratan de obtener algún vínculo material que permita confirmar su presencia, según una fuente citada por Le Parisien.
Fuentes judiciales explicaron a Efe que la investigación, abierta por saltarse un control policial, transporte de explosivos en reunión y asociación de malhechores, ha sido transferida de la Fiscalía de Pontoise a la Jurisdicción Interregional Especializada de París, lo que demuestra su importancia.
Esos delitos podrían implicar penas de hasta 10 años de cárcel, señalaron las fuentes, que no quisieron entrar en la identidad de los sospechosos.
Redoine Faïd, de 46 años y con un largo historial delictivo, fue condenado hace tres meses a 25 años de cárcel por su implicación en un atraco a un furgón de dinero en 2010 en el que murió una policía.
Se había fugado de la cárcel en 2013 y lo volvió a hacer el pasado día 1 de la prisión de Réau, gracias a tres cómplices que secuestraron un helicóptero con piloto y aterrizaron en un patio de ese centro penitenciario.