El ministro francés de Industria y Energía, Eric Besson, puso en marcha una comisión de consulta para elaborar las políticas energéticas en el horizonte de 2050 que deberá barajar "diferentes escenarios", incluido el cierre total de las centrales nucleares.
Besson explicó que la comisión contemplará desde la prolongación de la duración del parque de centrales nucleares actuales, pasando por una aceleración del paso a reactores de tercera o de cuarta generación, y hasta una reducción progresiva e incluso un cierre completo de todas las plantas.
En cada uno de esos escenarios se evaluarán las consecuencias para tres parámetros: los precios de la energía, la protección del medio ambiente y, en particular, la lucha contra el calentamiento climático y la seguridad en el aprovisionamiento de Francia.
De todo ello se encargará un grupo de "personalidades calificadas" que conforman una comisión "pluralista y abierta", presidida por el economista Jacques Percebois, y cuyo vicepresidente será el ex director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el francés Claude Mandil.
El departamento francés de Industria recordó que la energía nuclear, que representa cerca del 80 por ciento de la producción de electricidad en Francia -con 55 reactores en activo-, está "en el centro de un importante debate" a escala internacional.
A ese respecto, recordó que mientras Alemania, Suiza e Italia han decidido renunciar a este tipo de energía tras la catástrofe de Fukushima, "el conjunto de los otros países que recurren a la energía nuclear han confirmado esa opción".
Y en el caso de Francia, señaló que han comenzado las visitas para la renovación de la autorización necesaria de las centrales por periodos de 10 años.