Francia ejecutó sus primeros ataques aéreos contra la autodenominada organización radical Estado Islámico (EI) en Siria, señaló este domingo la presidencia de ese país.
Los aviones franceses atacaron objetivos identificados en misiones de reconocimiento y vigilancia llevadas a cabo en los últimos quince días, señaló en un comunicado el Ejecutivo francés, sin ofrecer detalles.
El primer ministro de Francia, Manuel Valls, indicó que los ataques habían golpeado "santuarios en los que son entrenados los que atacan al país".
Desde hace más de un año, una coalición liderada por Estados Unidos ha llevado a cabo ataques aéreos contra EI en Siria e Irak.
Francia, así como Reino Unido, había limitado sus ataques aéreos contra la organización radical al espacio aéreo iraquí.
Reino Unido dio a conocer, a inicios de este mes, que había ejecutado un ataque con un drone (un avión no tripulado) contra dos ciudadanos británicos en Siria, pero aún no ha informado sobre misiones tripuladas en el espacio aéreo sirio.
De acuerdo con el corresponsal de la BBC en París, Hugh Scholfield, los ataques aéreos francés en Siria reflejan cuán cambiante es el énfasis que se le ha puesto a la guerra contra EI.
"Antes, Francia había dicho que el derecho internacional le impedía atacar objetivos en Siria y que se mantenía firme en su posición de no hacer nada que pudiera ayudar, incluso indirectamente, al gobierno de Bashar al Asad", recordó el periodista.
Pero la situación ha cambiado. Francia ahora dice que tiene evidencia de que EI planeó, desde Siria, ataques en su contra.
Ese argumento, explicó Scholfield, hace que los ataques aéreos contra miembros de EI puedan ser interpretados en el marco de la legislación de las Naciones Unidas y del derecho internacional como una acción legítima de autodefensa.
Sin embargo, el mayor cambio que se produce es que Francia ha aceptado que sacar del poder a Assad no es la prioridad.
"París nunca lo dirá en voz alta porque solía ser el más franco oponente del presidente sirio, pero por ahora la lucha contra EI se impone ante todo lo demás", indicó Scholfield.
Salida diplomática
Más de 200.000 sirios han muerto desde que la guerra civil se desató en ese país en 2011.
El presidente sirio ha sido acusado de matar a decenas de miles de sus propios ciudadanos con bombardeos indiscriminados en áreas controladas por rebeldes.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, insistió el sábado que al Asad es "responsable por el actual caos" y que no podía permanecer en el poder como parte de un acuerdo de paz.
"Si le tuviésemos que decir a los sirios que su futuro está vinculado a Asad, estaríamos exponiéndonos al fracaso", señaló el funcionario en una conferencia de prensa en las Naciones Unidas, en Nueva York.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, junto a los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Francia, Francois Hollande, ha exigido que Assad salga del poder como condición para cualquier pacto de paz en la nación del Medio Oriente, pero se prevé que pueda suavizar esa posición en los próximos días.
Assad tiene un firme aliado en el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Con el objetivo de asegurarse el apoyo de Rusia en la guerra contra EI, expertos creen que Cameron pueda plantear ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York que al Asad se quede en el poder, temporalmente, como líder de un gobierno de transición.
Líderes europeos que se están reuniendo en las Naciones Unidas, en el marco del encuentro anual que comenzará el lunes, están intensificando sus llamados para que se concrete una salida diplomática a la guerra en Siria, la cual ha provocado millones de refugiados.
Aproximadamente cuatro millones de sirios han tenido que abandonar su país, la gran mayoría ha huido a Turquía, Líbano y Jordania.
Rusia
La urgencia por conseguir una salida diplomática al conflicto en Siria también responde a la ayuda militar que Rusia le ha proporcionado al gobierno de al Asad.
La movilización de decenas de aviones de combate y cientos de tropas para auxiliar al presidente Bashar al Asad se emprendió hace algunas semanas, pero la relación estrecha entre ambos gobiernos lleva años.
La implicación rusa en el conflicto en Siria no es precisamente nueva: desde su inicio, en la primavera de 2011, Moscú ha sido un leal aliado de al Asad, al que ha apoyado tanto militar como diplomáticamente.
Y en lo que parece ser un impulso a la posición de al Asad, el domingo Irak anunció que había firmado un acuerdo de cooperación de seguridad e inteligencia con Rusia, Irán y Siria para combatir al Estado Islámico.