Francia prohibió la distribución ilimitada, sea gratuita o con un precio fijo, de bebidas azucaradas o con edulcorantes sintéticos en establecimientos del sector hotelero, educativo y de restaurantes.
La medida, publicada el jueves en el Boletín Oficial francés y entrada en vigencia hoy viernes, es parte de la "Ley de la modernización del sistema sanitario" del Ejecutivo galo promulgada hace extactamente un año, por lo que no supone una sorpresa para los establecimientos afectados.
El documento especifica como ejemplos de bebidas sujetas a la nueva regulación las bebidas aromatizadas, sean gaseosas o no, las energéticas o los concentrados de frutas y/o verduras, siempre que contengan altos niveles de azúcares.
Dentro de los perjudicados destacan los establecimientos que ofrecen el famoso "free refill" (relleno gratuito), lo que incluye a grandes multinacionales como KFC, Quick o las cafeterías IKEA.
La disposición, que busca prevenir el sobrepeso, la obesidad y enfermedades como la diabetes, cumple las recomendaciones de la OMS, en un país donde, según el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica en Francia, casi la mitad de la población sufre de sobrepeso o es obesa.