La filial francesa de McDonald's se disculpó este miércoles tras la polémica causada por la difusión, en Twitter, de una nota interna en la que prohibía a sus empleados dar comida a los indigentes, amenazándolos con retirarles el sueldo.
La controversia se desencadenó esta semana, cuando la "Asociación 60 Millones de Consumidores" difundió la advertencia de la empresa después de que un trabajador de la multinacional estadounidense ofreciera su comida a un vagabundo.
"McDonald's no tiene la vocación de alimentar a todos los hambrientos de la zona", decía la nota dirigida a los empleados de una de sus franquicias en Hyères, en el sur de Francia.
La cadena justificó que había fijado ese cartel "para garantizar la seguridad de sus clientes", tras un "incidente grave" con dos indigentes el pasado 25 de julio delante de uno de sus restaurantes en esa localidad.
Sin embargo, después de que la notificación fuera considerada desafortunada, la dirección la retiró rápidamente y se excusó, reiterando que su política es "servir a todos sus clientes sin distinción", según detalló hoy en un comunicado de prensa.
A pesar de las disculpas, McDonald's Francia aún no ha aclarado si los trabajadores pueden compartir su menú de manera gratuita con los necesitados.
Las reacciones no se han hecho esperar, tanto de ciudadanos como de representantes de la clase política.
"Cuando alguien quiere ayudar a otro hay que animarlo a que lo haga. Hago un llamado a los parlamentarios: si McDonald' s, como otras cadenas, rechaza dar comida consumible a gente que tiene hambre tendrá que vérselas con la ley", señaló Arash Derambarsh, consejero municipal del partido Los Republicanos en Courbevoie, cerca de París.