Pese a ello, sondeo señala que la gente cree que es capaz de enfrentarla.
Se les preguntó por 11 políticos, y de ellos del que "mejor opinión" tienen es François Hollande.
Seis de cada 10 franceses ven al presidente galo, Nicolas Sarkozy, incapaz de protegerles de las consecuencias de la crisis económica, y ocho de cada 10 no creen que tenga capacidad para disminuir las desigualdades sociales.
Un sondeo difundido por el periódico Le Monde revela que en esas cuestiones las 6.000 personas encuestadas entre el 4 y el 10 de noviembre otorgan más credibilidad al candidato del Partido Socialista (PS), François Hollande.
El 61 y el 60 por ciento de los franceses, según esos datos, creen en cambio que el jefe del Estado sí es capaz de hacer frente a una crisis diplomática y militar internacional, y de tomar decisiones importantes, si bien ese porcentaje se reduce a cinco de cada 10 ciudadanos cuando se habla de afrontar la actual crisis económica.
En total se les preguntó por 11 políticos, y de ellos del que "mejor opinión" tienen los franceses es Hollande (60 por ciento por ciento), seguido por el presidente del centrista MoDem, François Bayrou (50 por ciento), y por Sarkozy (37 por ciento).
Con este estudio se diferencia además entre la credibilidad que se le otorga a uno u otro candidato, y las características personales que se destacan de ellos.
Así, seis de cada 10 califican a Hollande de honesto, sincero, simpático y con capacidad para comprender los problemas de la gente, y le ven más capaz de protegerles de las consecuencias de la crisis que Sarkozy, pero cuando se trata de hacer frente a la crisis en sí, confían más en el actual presidente.
La "paradoja del duelo" que destaca Le Monde hace hincapié en que al que se le atribuye la figura de líder se le ve impotente a la hora de que sus decisiones desemboquen en resultados efectivos, y al que se le ve más indeciso se le considera más apto para cambiar el curso de las cosas.
La encuesta se lanza cinco meses antes de la primera vuelta de las Presidenciales, y ha sido efectuada en colaboración con el Centro de Investigaciones Políticas de Sciences Po, la Fundación para la Innovación Política (cercana al partido conservador gobernante UMP), y la Fundación Jean-Jaurès (próxima al PS).
