Las autoridades de Telangana, estado en el sur de la India, darán dinero a quién delate el paradero de las personas en situación de calle en la ciudad de Hyderabad a partir de Navidad, como parte de una campaña para convertirla en una "ciudad libre" de indigentes en sus calles, informó este viernes a Efe una fuente policial.
Si hace poco más de un mes los mendigos fueron retirados de las calles de la ciudad -que, se calcula, tiene más de 5.000 mendigos- en vísperas de la llegada de la hija del presidente de los Estados Unidos Ivanka Trump, ahora las autoridades del estado han decidido que no quede ninguno después de las fiestas navideñas.
Hace casi dos meses las autoridades se propusieron sacar la mendicidad de las calles antes del 20 de diciembre, trasladando a los indigentes a "albergues" dentro de recintos penitenciarios. Ahora, el director general de prisiones de la Policía estatal, V.K. Singh, explicó que después del 25 de diciembre se dará "una recompensa" de 500 rupias (4.972 pesos chilenos) a quien alerte a las autoridades de un mendigo.
El pasado noviembre, se hizo efectiva una normativa local con la que se prohibía temporalmente la mendicidad en las zonas públicas por poner en peligro la seguridad de los vehículos y peatones y por "afectar al orden público".
"Muchos mendigos están pidiendo limosna de manera indecente y han utilizado niños y personas con discapacidad para solicitar o recibir limosnas", señala el reglamento.
La Policía habilitó entonces unos números de teléfonos especiales a los que los ciudadanos pueden llamar y se prepararon espacios en desuso de cárceles para transformarlos en "albergues", indicó Singh. Sin embargo, ONGs locales como Good Samaritans India ya denunciaron previo a la llegada de la hija de Trump que los mendigos eran en realidad llevados a la cárcel.
El responsable policial asegura que que los indigentes no son arrestados, sino que pasan a formar parte de un "programa de rehabilitación" en el que "se les dota de habilidades, un albergue, comida y también trabajo" y que, hasta el momento, unos 320 mendigos han pasado por el albergue, de los cuales la mayoría ya se han marchado tras comprometerse a no volver a pedir limosnas en la calle.