El Gobierno de la India ordenó una "inspección" de todos los centros de las Misioneras de la Caridad, de la Orden de la Madre Teresa de Calcuta, después de que a principios de mes una trabajadora de la organización fuese arrestada por vender un bebé en el este del país.
"He ordenado una inspección de todas las organizaciones de las Misioneras de la Caridad", dijo hoy a periodistas la ministra de Desarrollo de la Mujer y el Niño, Maneka Gandhi, durante una conferencia de ministros de los diferentes estados de la India.
La titular de Desarrollo del Niño recordó que en 2015 las Misioneras de la Caridad dejaron de facilitar adopciones por no estar de acuerdo con la Ley de Justicia Juvenil aprobada entonces, y que permite la adopción por parte de madres solteras y personas divorciadas que se han vuelto a casar.
"Entonces tuvimos que reubicar a todos los niños, pero luego (desde esa orden) están haciendo adopciones de una forma diferente, así que he pedido que se hagan inspecciones en todas las (sedes de las) Misioneras de la Caridad", concluyó Gandhi.
A principios de mes, la Policía india arrestó a una trabajadora de un centro de las Misioneras de la Caridad por vender un bebé de 14 días en Ranchi, capital del estado de Jharkhand, por unas 120.000 rupias (unos 1.740 dólares; 1.131.499 pesos chilenos).
La vocera de las Misioneras de la Caridad en Calcuta Chandra Argawal dijo entonces a EFE que desconocía el caso de Ranchi y aseguró que nunca había oído hablar de la venta de niños "en 50 años de asociación" con la orden de Santa Teresa de Calcuta.
Teresa de Calcuta fue proclamada santa por la Iglesia católica el 4 de septiembre de 2016.
Su orden, que en vez del hábito viste un sari (tradicional prenda femenina india) de color blanco con bandas azules, cuenta en la actualidad con unas 4.500 misioneras en más de 130 países, en los que ayuda a leprosos, enfermos de sida, huérfanos, prostitutas o refugiados.