El grupo extremista ISIS ha declarado un califato que, según los expertos, carece de valor y profundizará las discrepancias entre este grupo y el resto de facciones en Irak y Siria.
Este domingo, el movimiento declaró la instauración de un "califato islámico", desde la provincia siria de Alepo hasta la iraquí de Diyala.
El líder del grupo, Ibrahim ibn Awad, fue proclamado como "el imán y califa para los musulmanes en todo el mundo", como también el representante del profeta Mahoma en la tierra.
Sin embargo, el general Hosam Suelem, ex director de la Académica Militar de Naser, consideró que esta decisión "no tiene ningún valor real" y que los yihadistas "intentarán acabar con todo tipo de oposición en las tierras que se encuentran bajo su control".
Mohamed al Faidi, vocero de la Asociación de los Ulemas de Irak, una de las organizaciones de apoyo de los rebeldes suníes, recalcó que la decisión es "nula" y "no es obligatoria", ya que el grupo no tiene "control efectivo" sobre el terreno del califato.
Además, el Frente Islámico Sirio (FIS) calificó la declaración de "nula a nivel racional y religioso", mientras que tachó al grupo de "desviado".