Irán condenó este jueves el ataque a su consulado en la ciudad iraquí de Nayaf y urgió a las autoridades iraquíes a proteger las sedes diplomáticas y a castigar a los culpables.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Abas Musaví, pidió al Gobierno iraquí que "se encargue de los atacantes de manera responsable, firme y efectiva".
En un comunicado, Musaví explicó que ya han trasladado este mensaje al embajador iraquí en Teherán, al que han recordado la responsabilidad de proteger las sedes diplomáticas.
El consulado de Irán en Nayaf fue incendiado anoche por un grupo de vándalos que irrumpió en la sede diplomática, en el marco de las protestas que sacuden el país desde principios de octubre.
Los sujetos incendiaron la pasada noche el edificio iraní y consiguieron penetrar en él, lo que provocó enfrentamientos que causaron más de 50 manifestantes heridos por asfixia por el uso de gases lacrimógenos y otros 47 entre las fuerzas de seguridad, informó hoy a Efe una fuente del Ministerio de Interior iraquí.
Esta no es la primera vez que los iraquíes asaltan y prenden fuego a un consulado iraní en las ciudades chiíes del sur del país, donde la mayoría de la población pertenece a esta rama del islam, la principal en Irak.
Desde el estallido de las protestas en Irak el 1 de octubre, los manifestantes han expresado su oposición a la presencia de Irán en este país árabe y a su influencia sobre el Gobierno iraquí, liderado por chiíes como el de Teherán.
Responsables iraníes, entre ellos el líder supremo, Alí Jameneí, han acusado a EEUU y a los servicios de inteligencia de Occidente de incitar las protestas y disturbios en Irak, al tiempo que han instado a la población iraquí a la calma, mientras importantes figuras chiíes de Irak, como el clérigo Muqtada al Sadr y sobre todo el ayatolá Alí al Sistani, máxima autoridad religiosa de esa rama en Irak, han apoyado las protestas.