Agencia de la ONU denunció éxodo de árabes desde la ciudad iraquí de Kirkuk
Según un despacho de IRIN, al menos 2.000 familias han debido abandonar la urbe ante el acoso de las milicias kurdas.
Según un despacho de IRIN, al menos 2.000 familias han debido abandonar la urbe ante el acoso de las milicias kurdas.
Los árabes residentes en la ciudad iraquí de Kirkuk son forzados a abandonarla acosados por la violencia de las milicias de la población kurda, según la agencia de noticias de la ONU, IRIN.
La fuente, que cita a un responsable de la Media Luna Roja que pidió el anonimato, asegura que al menos 2.000 familias árabes han abandonado Kirkuk desde junio de 2007.
"Las familias huyen de la ciudad dejando sus pertenencias y se han visto obligadas a buscar un sitio en campos de desplazados. Muchas se han sumado al millón de familias desplazadas en las provincias del sur y otras se han refugiado en zonas pobres", añade.
La causa de este fenómeno es el recrudecimiento de la violencia contra la comunidad árabe por parte de las milicias kurdas en la ciudad situada 250 kilómetros al norte de Bagdad, según IRIN.
"Los ataques contra nuestra comunidad han empeorado desde febrero de 2007. Somos forzados a huir con las manos casi vacías y el gobierno no hace nada para ayudarnos", asegura Ali Akram Mahmud, portavoz de la Asociación Árabe de Kirkuk.
"El número de familias (árabes) que huye de la ciudad ha aumentado un 20 por ciento últimos años", dice Akram.
El portavoz explica que la huida de los árabes afectará al resultado del referéndum previsto para diciembre de este año que decidirá el futuro de Kirkuk.
Para los kurdos, se trata de incorporar esa ciudad rica en petróleo y su provincia de Tamim a la Región Autónoma del Kurdistán, compuesta actualmente por las provincias de Erbil, Dohuk y Suleimaniya.
Sadam Husein intentó forzar un cambio demográfico en la provincia expulsando a decenas de miles de kurdos y trayendo en su lugar a árabes del sur del país, pero tras su caída los primeros han vuelto a Kirkuk a reclamar sus tierras y casas, abriendo interminables pleitos y litigios. (EFE)