"Hoy el mundo es peor como consecuencia de la guerra de Irak", dijo Ricardo Lagos, quien en marzo de 2003, como presidente de Chile, se opuso en el Consejo de Seguridad de la ONU a la invasión del país asiático por parte de una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
En la descomposición de Irak y el surgimiento del grupo terrorista Estado Islámico "hay mucho de eso", sostuvo Lagos respecto a la repercusión de aquella acción bélica.
El ex mandatario chileno calificó de "notable" el informe independiente sobre la invasión de Irak dado a conocer este miércoles en Londres y que concluye que la invasión se llevó a cabo con pruebas de inteligencia "no justificadas" y sin haber agotado la opción pacífica.
Se hablaba de la eventual presencia de armamento nuclear y de armas químicas o biológicas de destrucción masiva, "pero la forma en que se presentaron los datos para justificar la invasión nunca fue clara", dijo.
El documento, elaborado por encargo de las autoridades británicas en 2009, censura duramente la decisión adoptada por el entonces primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, a quien los familiares de las víctimas de la guerra quieren llevar ahora ante los tribunales por su responsabilidad.
"Eso corresponde a tribunales internacionales (...), ahí hay mucho paño que cortar", manifestó Lagos, quien se confiesa "amigo" del ex líder laborista y lamenta "humanamente" el momento por el que está atravesando.
Lagos eludió pronunciarse sobre si los otros países que participaron en la coalición internacional que invadió Irak (entre ellos, Estados Unidos, España, Australia y Polonia) deberían encargar una investigación exhaustiva como la que llevó a cabo durante siete años el británico John Chilcot.
"No me gustaría dar consejos a nadie; que cada uno saque sus propias conclusiones", comentó.
No hubo presiones a Chile
A pesar de las intensas gestiones de aquellos días, ni Estados Unidos ni el Reino Unido presionaron a Chile, aseguró Lagos en una entrevista con la Agencia EFE, en la que desveló detalles inéditos de cómo se produjeron las conversaciones entre La Moneda, la Casa Blanca y el 10 de Downing Street.
El 11 de marzo de 2003, Bush lo telefoneó para pedirle su voto en el Consejo de Seguridad. La respuesta de Lagos fue que todavía había un margen de maniobra.
"'No, yo no puedo esperar más', me dijo, y yo le contesté que no contara con el voto de Chile para dar un ultimátum en ese momento, porque todavía había espacio para negociar", recordó Lagos.
"'En ese caso, no voy al Consejo de Seguridad y tendré que hacer una coalición con los que estén dispuestos a acompañarme. Ricardo, te pregunto, ¿estás dispuesto a acompañarme en esa coalición?'", le planteó Bush.
"Le dije que fuera del Consejo de Seguridad Chile no haría nada. Ahí dejé de ser 'Ricardo' y pasé a ser 'Mr. President'", contó este jueves el ex Mandatario chileno.
En un momento "muy crucial" de aquellas negociaciones, Blair avisó a Lagos de que estaban viajando a Chile "dos personeros del más alto nivel de la inteligencia y de la diplomacia británicas".
Durante dos horas, mantuvieron "una reunión privada en un lugar muy secreto 'a prueba de todo'", pero el encuentro sirvió de poco.
"Yo seguía teniendo dudas. Por eso hicimos un esfuerzo hasta el final", recordó este jueves el ex presidente chileno.
La "vía chilena"
Desde Santiago, los enviados de Blair viajaron al Distrito Federal para entrevistarse con Vicente Fox, entonces presidente de México, país que también era miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
Tomando como base un documento británico, Chile elaboró una propuesta de cinco puntos que presentó en la ONU el 14 de marzo y que contenía cinco puntos clave referidos a armas químicas, armas biológicas, misiles, vehículos a control remoto y científicos iraquíes.
La vía chilena para resolver la crisis no prosperó, porque "prácticamente ya estaba todo (decidido)", relató Lagos. Un portavoz de la Casa Blanca dio carpetazo al asunto diciendo que "no servía para nada".
Blair le reveló que el Reino Unido y Estados Unidos no podían aceptar la propuesta chilena porque temían que Francia -miembro permanente del Consejo de Seguridad que se oponía firmemente a la invasión- la aprovechara para posponer el plazo del ultimátum que se estaba manejando.
"Al día siguiente Estados Unidos me dio muy duro. Entonces fui yo el que llamó a Blair y le dije: 'sé que vas saliendo para las (islas) Azores; lo único que me interesa es que le digas al presidente Bush que yo he sido franco siempre y que este es el mayor esfuerzo que hago. Sin una resolución del Consejo de Seguridad, Chile nunca irá a una guerra'", relató Lagos.