El Gobierno iraquí confirmó la muerte en la horca del hermanastro del ex dictador iraquí, Barzan al Tikriti, y del antiguo jefe del tribunal revolucionario, Awad al Bandar.
El Gobierno iraquí confirmó este lunes a través de su portavoz, Ali al Dabag, la ejecución en la horca de los dos colaboradores de Sadam Husein, Barzán al Tikriti y Awad al Bandar, "de acuerdo con la constitución y la ley iraquíes", ratificando lo que la cadena de televisión pública Al Iraqiya había informado a primera hora.
El canal citó "fuentes del Gobierno iraquí" para dar a conocer de la ejecución de ambos condenados, desatando una serie de confirmaciones y desmentidos según diversas fuentes, hasta que llegó la ratificación oficial.
El vocero gubernamental incluso explicó que la cabeza de Al Tikriti, hermanastro de Husein y jefe de los servicios de espionaje, se separó totalmente del cuerpo en el momento de la ejecución, una situación que -según él- ocurre muy raras veces.
El fiscal Munqith al Farun también ratificó la muerte de los dos colaboradores del ex dictador, ocurrida durante la madrugada de este lunes en Bagdad: "Ellos (el Gobierno) nos llamaron antes del amanecer y nos pidieron que enviáramos a alguien. Envié a un juez para que fuera testigo de la ejecución y ésta se llevó a cabo", manifestó.
Al Tikriti era jefe de los servicios de espionaje en 1982, mientras que Al Bandar presidía el tribunal que juzgó y condenó a muerte en un juicio sumarísimo a 148 chiítas de la aldea de Duyail por su implicación en el asesinato fallido contra Sadam Husein.
Los dos hombres iban a ser colgados junto con el ex dictador iraquí el 30 de diciembre, pero las autoridades decidieron ejecutar a Husein solo.
La ejecución levantó una oleada de críticas internacionales por la forma en que se llevó a cabo, por los insultos contra el ex dictador por parte de los presentes, así como por el hecho de que fuera grabada y luego difundida por internet.
Este hecho motivó que llovieran de todas partes peticiones al gobierno iraquí para aplazar la ejecución de Al Tikriti y Al Bandar, al menos hasta que se aplacasen los ánimos en Irak y el mundo árabe. (EFE)
