Los abogados defensores de Sadam Husein se retiraron de la sala del tribunal de Bagdad donde se celebra el juicio al derrocado dictador y a sus colaboradores tras protestar por la legitimidad del proceso.
Los juristas, incluido el ex ministro de Justicia estadounidense Ramsey Clark, se marcharon después de que el juez se negó a escuchar sus quejas sobre la "ilegitimidad de los procedimientos y la falta de seguridad de los letrados"
El juez pidió a la defensa que presentara por escrito sus peticiones, pero Clark, que sólo había pedido "dos minutos" para explicarse, anunció que todo su equipo se iba a retirar.
Los abogados de la defensa afirman no sentirse seguros y suficientemente protegidos por las autoridades locales y aseguran encontrarse bajo amenaza, después de que uno de ellos murió tras ser tiroteado por un grupo de hombres y otro resultó herido leve a causa de los disparos.
Tras la salida de los letrados, los jueces decidieron nombrar a un grupo de abogados iraquíes para defender a los ocho acusados.
Según fuentes iraquíes, se esperaba que en la sesión de este lunes comparecieran cinco testigos para dar a conocer su testimonio en relación con la matanza de 148 chiitas en 1982 en la aldea de Dujail, al norte de Bagdad, tras un intento de asesinato contra Sadam Husein.
La nueva sesión del proceso, la tercera desde que comenzó el juicio el pasado 19 de octubre, se iba a celebrar en medio de estrictas medidas de seguridad en el interior de la "zona verde", en el oeste de la capital.
Durante la vista celebrada el pasado 29 de noviembre, Sadam Husein denunció que los guardias le habían quitado los documentos que portaba. "¿Por qué confiscan los papeles y el bolígrafo que necesito? ¿Cómo se supone que voy a defenderme?", reclamó.
Sadam Husein, de 68 años, ostentó el poder absoluto en el país desde 1979, cuando desplazó al entonces anciano presidente Ahmed Hasan al Bakr, y fue depuesto por las tropas de la coalición liderada por EE.UU. en marzo de 2003.
En diciembre de ese año fue capturado por las fuerzas estadounidenses. Estaba escondido en un zulo oculto en una granja cerca de Tikrit, su localidad natal. Tras su captura, pasó a un lugar secreto, donde comenzaron los primeros interrogatorios.
Ahora, casi dos años después, se sienta ante la Justicia de su país, representada en un Tribunal Especial que se creó tras su captura. Los encargados del mismo se prepararon para ello durante 18 meses en Reino Unido.
Sin embargo, el proceso no está exento de polémica, ya que los jueces no gozan de credibilidad entre abogados iraquíes y diversos grupos de derechos humanos, como Human Rights Watch, que cuestionan su imparcialidad y expresan sus dudas por que el proceso se adapte a los parámetros internacionales.
Está previsto que Sadam afronte cerca de una decena de juicios por presuntos crímenes cometidos por su régimen, incluyendo el ataque con gases contra kurdos en Halabja y la brutal represión de un levantamiento chiita en el sur del país en 1991. (Agencias)