Unas 94 personas murieron en enfrentamientos entre sectas iraquíes
Los combates empezaron la noche del martes y la mayoría de las víctimas son miembros del islamismo sunita.
Los combates empezaron la noche del martes y la mayoría de las víctimas son miembros del islamismo sunita.
Al menos 94 personas murieron en enfrentamientos armados en la ciudad de Tel Afar, a 470 kilómetros al norte de Bagdad, un día después de la muerte de otro medio centenar de personas en un doble atentado, informaron fuentes policiales.
"La cifra de víctimas por las acciones de violencia tras las sangrientas explosiones en la ciudad de Tel Afar ha subido a 70 muertos, mientras que los heridos ascienden a 30", precisó el general Jorchid al Dosky, comandante de la Tercera Brigada del Ejército iraquí en la provincia de Ninive.
Reveló además que un total de 40 personas se hallan desaparecidas por lo que no excluyó la posibilidad de que hayan sido secuestradas por los milicianos que acribillaron a decenas de personas de la ciudad, la mayoría sunita.
Por su parte, otra fuente de seguridad, que pidió el anonimato, informó que el Ejército iraquí se desplegó por toda la ciudad y arrestó a 18 policías presuntamente implicados en la matanza y los secuestros.
La fuente indicó también que agentes de policía acompañaban a los milicianos que mataron a los civiles por ser sunitas, grupo religioso al que supuestamente están vinculados los autores del doble atentado.
Un testigo de los hechos aseguró que los policías y milicianos irrumpieron en la noche del martes en la vivienda de una familia sunita compuesta por 14 personas y los acribillaron a todos en el pecho y en el vientre.
También el Frente Turcomano de Tel Afar denunció que agentes de policía fueron los que acribillaron a 60 civiles en esta localidad, situada en las proximidades con Siria.
Entre los muertos "hay mujeres y niños", según denunció Ali Telafari, vocero del Frente, que representa a los turcomanos, etnia mayoritaria en esta zona donde conviven además kurdos, sunitas y chiítas.
Según él, la situación sigue siendo muy tensa; se han organizado manifestaciones espontáneas en las que los participantes piden la dimisión de las autoridades locales.
Fuentes de seguridad adelantaron la noche de este miércoles que la situación en la ciudad en estos momentos es de tranquilidad, después de que las autoridades provinciales decretaron el toque de queda por tiempo indefinido.
La oleada de sangre y muerte se expandió también al oeste del país, donde al menos 17 personas murieron y otras decenas resultaron heridas por el estallido de dos camiones bomba conducidos por suicidas en la ciudad de Faluya, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad informaron fuentes policiales.
El atentado fue perpetrado contra una base de las tropas estadounidenses y la policía iraquí, ubicada en el centro de Faluya, precisaron las fuentes, que indican que entre las víctimas mortales figuran 10 policías.
Tras el ataque, las fuerzas norteamericanos e iraquíes impusieron un toque de queda durante tres días y cerraron los principales accesos a la ciudad, revelaron las fuentes. (EFE)